Bush, a favor de una fuerza multinacional en el Golfo aunque Irak se retire de Kuwait
El presidente de EE UU, George Bush, se ha declarado partidario de la creación de una fuerza militar multinacional que garantice la paz en la zona del golfo Pérsico en el caso de que Sadam Husein abandone Kuwait antes del día 15. Sin embargo, no quiere que EE UU participe en esa coalición, por considerar que la presencia militar norteamericana en la zona podría provocar "problemas". El vicepresidente, Dan Quayle; el ministro de Defensa, Dick Cheney, y, el jefe del Alto Estado Mayor, general Colin Powell, pasarán el fin de año en Arabia Saudí con las tropas norteamericanas.
Bush cree que aunque Sadam se retire de Kuwait se deberían dar los pasos necesarios para evitar que Irak siga aumentado su arsenal de armas químicas y alcance armamento nuclear en el futuro. El control podría ejercerse bajo los auspicios de la ONU.El presidente norteamericano recalcó que si Irak abandona pacíficamente Kuwait, él retirará sus tropas de Arabia Saudí y añadió que no es partidario de que sus soldados permanezcan en ese país como parte de una fuerza internacional. Pese a su retirada formal, EE UU mantendría un estricto control del área a través de sus aliados saudíes, egipcios y sirios y de sus propios medios de vigilancia espacial desde satélites espías.
Las declaraciones de Bush, hechas al canal público de televisión (PBS), forman parte de un plan de acción basado en la hipotética retirada de Irak antes del día 15, en el que se considera "básico" la neutralidad de Israel y "positiva" la cohesión de la alianza formada contra Sadam. El estudio, preparado por los consejeros del presidente, se ha realizado a pesar de no haber recibido hasta la fecha ninguna señal positiva desde Bagdad y sin que las negociaciones sobre las conversaciones con el líder iraquí hayan prosperado en las últimas horas.
El portavoz oficial confirmó ayer que el vicepresidente Dan Quayle celebrará el año nuevo con las tropas estadounidenses estacionadas en Arabia Saudí. También lo harán el secretario de Defensa, Dick Cheney, y el presidente de la Junta del Estado Mayor, general Colin Powell, que llegaron ayer a Riad con tres objetivos: recibir información directa sobre el despliegue militar estadounidense, alentar a los soldados que pasarán allí la Navidad y conversar con las autoridades saudíes sobre la futura estructura de seguridad en la región, en la que EE UU quería desempeñar un destacado papel.
Esta es la tercera visita. de Cheney y Powell a Arabia Saudí desde que estalló la crisis el pasado 2 de agosto. Este viaje tiene una especial importancia, ya que parece el último antes de que, el 15 de enero, expire el plazo concedido a Irak por la ONU.
Los dos responsables de la fuerza militar estadounidense se entrevistarán hoy con el general Norman Schwarzkopf, jefe norteamericano de la Operación Escudo del Desierto, según dijeron fuentes oficiales en Dahran. El general les explicará los detalles del despliegue prebélicc y las fechas en que se espera que todo esté a punto para iniciar un ataque, si la Casa Blanca lo ordena.[El primer ministro británico, John Major, se entrevistará con Bush en Washington el viernes y el mes próximo visitará a las tropas británicas en el Golfo, informa Reuter].
Irak advirtió ayer a EE UU y sus aliados que acabarán siendo montañas de cadáveres si estalla la guerra en el Golfo, informa desde El Calro Ángeles Espinosa. Tales propósitos son recogidos en la Prensa local junto con a lamentos sobre la "sumisión europea" a Washington, en referencia a la negativa comunitaria a recibir al ministro iraquí de Exteriores, Tarek Aziz, antes de su viaje a Washington.
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