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EL CONFLICTO DE ORIENTE PRÓXIMO

Irak representa una amenaza para toda la OTAN

La amenaza para los intereses comunes puede dar pie a una respuesta individual o conjunta contra Irak, según las circunstancias, de los aliados de la OTAN, afirma el comunicado aprobado ayer en Bruselas por los ministros de Asuntos Exteriores de la Alianza Atlántica. El secretario de Estado norteamericano, James Baker, expresó su satisfacción por "el reconocimiento de que la seguridad de los miembros de la OTAN está amenazada por el continuado rechazo de Irak a cumplir sus obligaciones internacionales y el reconocimiento de que esta amenaza concierne a toda la Alianza".

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El presidente George Bush calificó ayer de "solidaridad real" la postura de los países europeos al negarse a recibir al ministro de Exteriores iraquí, Tareq Aziz, hasta que Bagdad no haya aceptado el diálogo con Washington. Bush interpretó la postura europea como un síntoma claro de que la coalición de 27 naciones formada entorno a EE UU "funciona", informa desde Washington Albert Montagut. Tras señalar que EE UU sigue dispuesto a dialogar y a solucionar esta crisis por la vía pacífica, Bush reiteró que la retirada iraquí de Kuwait "debe ser total e incondicional".En Bruselas, el secretario general de la OTAN, Manfred Wörner, calificó de "justificado y legítimo" que EE UU pida aumentar la contribución militar europea a la crisis del golfo Pérsico. "Pienso que los aliados van a responder a esta demanda y no dudo que habrá una reacción positiva", añadió.

Según Baker, "EE UU espera que la comunidad internacional proporcione una ayuda suplementaria y otras medidas a considerar en el caso de que la crisis continúe en 1991 ". En su opinión, el conflicto es "una prueba para el nuevo orden internacional".

"Maniobra de Sadam"

La reunión de dos días del Consejo Atlántico, convocada para debatir el diseño de la futura OTAN y su adaptación a los cambios en Europa, estuvo dominada por la crisis del Golfo. EE UU expresó su preocupación por los problemas que plantearía la hipótesis de una retirada no total de Kuwait por parte de las tropas iraquíes. Esta posible "maniobra de Sadam Husein", según la expresión utilizada por Baker, sirvió para que los aliados dieran un paso adelante en su valoración de las consecuencias del conflicto.

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La invocación del artículo 4 del Tratado de Washington (discusión de todos los temas de interés común) por encima del 5 (prohibición de intervenir fuera de zona) prueba la determinación norteamericana de no permitir a Irak otro arreglo que no sea la retirada total de Kuwait. "Creo que habrá que reconocer cada vez más que la Alianza debe tratar cuestiones que afectan al interés occidental y no sólo a su territorio", afirmó Baker, quien se negó a entrar en la polémica de si ello significa la incorporación del principio de actuar fuera de zona.

Se limitó a recordar que la resolución de la ONU habla de "retirada total antes del 15 de enero o, en caso contrario, de la utilización de los medios necesarios para lograrlo". "El conflicto iraquí es un caso especial", sentenció Wörner. El secretario general de la OTAN aseguró que "el tratado habla de amenaza para la seguridad de los miembros venga de donde venga y, si en la crisis del Golfo se produce la amenaza para un Estado miembro, la OTAN responderá". El comunicado específico referido a la crisis recuerda que uno de los aliados, Turquía, "tiene fronteras comunes con Irak".

Las conclusiones finales del Consejo Atlántico ahogan en parte la polémica sobre las iniciativas diplomáticas y la voluntad de agotar todas las vías de solución pacífica. Baker se mostró irónico con "la posible falta de tiempo de los iraquíes a tomar en cuenta una de las 15 fechas posibles que les han sido propuestas" (todos los días disponibles de aquí al 3 de enero).

Los ministros de Exteriores de la CE se reunieron ayer, después del encuentro en la OTAN, para discutir la conveniencia de un contacto con Bagdad de la Comunidad incluso en el caso de que las discusiones EE UU-Irak no se llevaran a efecto. La decisión unánime fue que este encuentro sólo se producirá si antes tiene lugar el contacto entre EE UU e Irak. España e Italia mantuvieron al principio una actitud más flexible, basada en que podía iniciarse la negociación si Washington y Bagdad se ponían de acuerdo simplemente en las fechas de sus encuentros. Al final se inclinaron ante la posición mayoritaria.

Baker aceptó esa posibilidad de diálogo pero advirtió que en ningún caso la CE actuaría como intermediario de EE UU y dejó claro que "lo que no quiere EE UU son mensajes discordantes o equívocos". En opinión del ministro italiano de Exteriores, Glanni de Michelis, presidente de turno de la CE, "los Doce deberían hacer un intento propio".

El debate sobre la futura política de seguridad y defensa de la CE, aprobada como objetivo el pasado sábado en la cumbre de Roma, reflejó la aceptación de esta aspiración comunitaria.

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