Victoria del M-19 en las elecciones de Colombia para la formación de la Asamblea Constituyente
Una victoria holgada del Movimiento Diecinueve de Abril (M-19) parecía confirmada tras los primeros recuentos de las elecciones celebradas ayer en Colombia para la formación de una Asamblea Nacional Constituyente. La altísima abstención y la derrota de los partidos tradicionales fueron las otras dos principales características de unos comicios que cambian bruscamente el perfil político de este país y que coincidieron con la ocupación por parte del Ejército de la sede de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los primeros resultados oficiales conocidos en la madrugada de hoy, aunque todavía con menos del 10% de votos escrutados, conformaban un perfil que coincidía con otros datos conocidos en distintas regiones del país: más del 30% de votos para el M-19, que dispondría así con cerca de 30 escaños de la nueva asamblea, a la que acudirán 70 representantes. En segundo lugar parecía situarse el derechista Álvaro Gómez, del Movimiento de Salvación Nacional, con un 15% de los votos. El gubernamental Partido Liberal no consiguió colocar a ninguno de sus candidatos con más del 10%, aunque todos ellos juntos podrían acercarse al 20%. Casi barrido queda el Partido Social Conservador con menos del 5% de votos en el conjunto de sus candidatos.
Alta abstención
La abstención, a la que contribuyó la complejidad técnica de estos comicios y la fatiga acumulada por tres elecciones a lo largo de este año, fue tan alta como se temía. En realidad, la jornada electoral concluyó antes del mediodía porque después casi nadie acudió a las urnas. El resultado fue más de un 70% de abstención, más de diez puntos por encima que en las presidenciales de mayo pasado.De acuerdo con las primeras apreciaciones, las elecciones fueron el triunfo del voto de opinión sobre el tradicional voto de la maquinaria. Los colombianos -los que lo hicieron, poco más de tres millones sobre catorce millones registrados- votaron principalmente por Antonio Navarro, un hombre que dejó el fusil guerrillero hace menos de un año, y por Álvaro Gómez, un viejo político que rompió este año con la disciplina del voto conservador y se presenta como un salvador en solitario; el mensaje para los partidos tradicionales no puede ser más claro.
Tan claro que, junto a la alegría por su casi seguro triunfo, los dirigentes del M-19 reconocían su preocupación por la responsabilidad que asumen y por las consecuencias que este enorme giro en la política colombiana puede tener en el futuro del país.
Antonio Navarro y Álvaro Gómez, los dos polos del escenario político colombiano, se han revelado como los dos únicos personajes con influencia nacional. Los votos liberales han sido obtenidos por políticos con arraigo únicamente en determinadas zonas del país.
El mismo día que los colombianos votaban por una asamblea que ha sido presentada como la mayor plataforma de paz que haya conocido jamás este país, la guerra alcanzaba ayer un desarrollo espectacular: el Ejército bombardeó y ocupó la sede del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un lugar conocido como Casa Verde en el que vivían el líder de la guerrilla comunista (Manuel Marulanda Tirofijo) y en el que se han celebrado los diálogos sostenidos por las FARC y el Gobierno.
Es la primera vez que el Ejército ataca este lugar, que se había convertido en el último símbolo de las ya exiguas posibilidades de negociación con la principal guerrilla colombiana. La ocupación de Casa Verde, que se produjo, según la información oficial después de "fueron combates durante siete horas", sólo puede ser interpretada aquí como parte de una ofensiva masiva para acabar con las FARC.
El presidente, César Gaviria, que ha apostado por esta Asamblea Constituyente como un gran acuerdo de paz entre todos los colombianos, dirigió en la noche del sábado un mensaje al país en el que destacó que "después de reclamarlo de mil maneras, después de agotar numerosas instancias, los colombianos podremos finalmente trazarle a nuestro país el derrotero de paz que nos ha sido tan esquivo". La iniciativa de la Asamblea Constituyente ha devuelto ya al sendero de la paz y de la ley al Movimiento Diecinueve de Abril (M-19), y está a punto de conseguir lo mismo con el Ejército Popular de Liberación (EPL), el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y el grupo indígena Quintín Lame.
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