El ex golpista Rico amenaza con matar a Seineldín

El ex teniente coronel Aldo Rico, cabecilla de las asonadas carapintadas de Semana Santa, en 1989, y Monte Caseros, en enero de 1988, calificó de "traidor" e "hijo de puta" y amenazó con matar a Seineldín si no lo condenan a muerte en el consejo de guerra. El coronel Mobamed Alí Seineldín dirigió la rebelión de Villa Martelli, en diciembre de 1988, y ha asumido la responsabilidad de la reciente intentona golpista en Argentina.

Las palabras de Rico quedaron grabadas en una conversación telefónica con Alejandro Vázquez, un civil de la trama carapintada, y fueron difundidas ayer por el periodista Bernardo Neustadt en la emisora Radio América de Buenos Aires.Las diferencias entre los dos más destacados cabecillas carapintadas, el turco [árabe] Seineldín y el Ñato [chato] Rico, eran de dominio público desde hace meses, aunque los dos evitaban expresarlas de forma abierta. Rico y un sector carapintada optó por la vía democrática para llegar al poder y trata de ganar las elecciones a gobernador de la provincia de Buenos Aires el próximo año. Al mismo tiempo, Seineldín inició una labor de proselitismo en el Ejército y recorrió Argentina en un trabajo de organización de una infraestructura que parece haber salido a flote ahora.

El desenlace de la rebelión, con un saldo de 21 muertos y por primera vez en muchos años enfrentamientos sangrientos entre militares, ha desencadenado una ola de acusaciones y sospechas entre antiguos miembros de la misma camada carapintada. La prueba más palpable la difundió ayer Neustadt al emitir la grabación de la conversación de Rico con Vázquez, un seguidor civil de Selneldín. Expresa Vázquez su molestia y consternación por un artículo publicado el jueves en el diario conservador La Nación. En ese artículo, un hombre de Rico, el ex teniente coronel Enrique Venturino, critica a Seineldín y la reciente rebelión. Venturino había calificado a Seineldín de "buen predicador y pésimo comandante", y había dicho que "es un hombre honrado", pero torpe.

En la conversación telefónica, Rico replica a Vázquez: "Nosotros no estamos consternados. Nosotros estamos espantados". Después Rico desmiente que Venturino haya hecho las declaraciones a La Nación y agrega que, tras la rebelión del lunes, "tenemos familias sin padres, muertos, gente escapada, miles de personas a las que tenemos que ayudar".

Rico dice a gritos: "Ese hombre es un traidor. Un traidor que no sabe dónde está parado [de pie], que nunca tomó ninguna responsabilidad, que siempre dejó que hicieran los demás y ahora lo mismo. Mientras él estaba tomando pollo hervido, acá se estaban matando, y siempre hizo así".

A continuación se lamenta Rico de no poder decir lo que piensa, "porque si yo dijera lo que realmente pienso lo tendría que ir a matar a ese hijo de puta". Con tono de voz cada vez más subido, Rico grita de nuevo que lo publicado en La Nación "es poco. [Seineldín] es un traidor hijo de puta. Eso es lo que hay que decir". Pide después Rico serenidad a su interlocutor y asegura que Seineldín tenía los traidores dentro de su propio bando. Añade Rico que está azorado desde el lunes por la manana y pregunta: "Todos los que le impulsaron, ¿por qué no se fueron a matar ahí con él? Todos los civiles que le impulsaron, ¿dónde están? Ellos no tienen ningún problema. Los problemas son los sargentos y los tenientes que están presos y muertos. Todos los civiles, y vos sabés bien los nombres, ¿dónde están?". Acusa Rico a Vázquez de ser uno de esos civiles y reflexiona: "¿Vamos a decirles que Seineldín es el mejor soldado argentino, que fue un error del sargento Z? Es un hijo de puta, ojalá que lo fusilen, porque si no lo fusilan lo voy a matar yo en algún momento. Es peor que Caridi" [ex jefe de Estado Mayor del Ejército durante las asonadas de Monte Caseros y Martelli].

El presidente Menem, que confirmó la existencia de una trama que apoya a los carapintadas, respondió a la pregunta de si había empresarios implicados en la sublevación del pasado lunes con una frase definitiva: "¡Elemental, Watson!".