Baker amenaza a Irak con un ataque por sorpresa

El secretario de Estado norteamericano, James Baker, declaró ayer en Washington que si Estados Unidos usa la fuerza contra Irak lo hará "repentina, masiva y decisivamente". Baker explicó ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado que EE UU puede causar un "desastre a Irak" si Sadam Husein, al que calificó como un "peligroso dictador armado hasta lo dientes", no abandona Kuwait antes del 15 de enero. Irak anunció ayer oficialmente que ha aceptado la propuesta de conversaciones a alto nivel propuesta por el presidente George Bush. En un lenguaje claro, duro y amenazante, el jefe de la diplomacia americana explicó ante el comité senatorial que "el tiempo no está del lado de Irak" y que "EE UU no desea negociar, sino exigir a Sadam, el cumplimiento de cuatro objetivos: Primero, inmediata, completa e incondicional retirada de Kuwait; segundo, la restauración del gobierno legitimo de Kuwait; tercero, la liberación de todos los rehenes, y cuarto garantizar la seguridad Y la estabilidad en el Golfo".La portavoz del Departamento de Estado, Margaret Tutwiler, anunció ayer que el Gobierno de Irak ha aceptado la propuesta efectuada por el presidente Bush el pasado 1 de diciembre para que ambas administraciones inicien conversaciones bilaterales sobre el conflicto del Golfo. Tutwiler anunció que ambos gobiernos están tratando de concretar las fechas del viaje de Baker a Bagdad y la de la visita del ministro de Asuntos Exteriores iraquí, Tarek Aziz, a Washington. Las conversaciones deberán llevarse a cabo antes del 15 de enero, la fecha límite fijada por el Consejo de Seguridad para que Irak abandone Kuwait sino quiere verse amenazado por el ataque de la coalición formada por 27 naciones entorno a EE UU.

"Mi misión en Bagdad es explicar a Sadam las posibilidades con las que se enfrenta: Cumplir las resoluciones del Consejo de Seguridad o someterse a los riesgos de un desastre para Irak", comentó Baker.

Baker, artífice material de la resolución del Consejo de Seguridad que autorizará a EE UU el uso de la fuerza contra Irak, explicó que desea alcanzar "una solución pacífica", pero añadió, que los mensajes a Irak para que acepte la paz "se están terminando".