Los tres embalses del Cigüela

Sobre la cuenca del Cigüela, el único y mínimo aporte fluvial que le quedan a Las Tablas de Daimiel, la Dirección General de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) proyecta además la construcción de dos nuevas presas. Otra más está proyectada sobre su confluente, el Záncara, siempre dentro de la cuenca alta del Guadiana.La voz de alarma por el impacto ecológico que tendrán estas obras sobre el parque fue lanzada por la Sociedad Española de Ornitología (SEO). Se trata de los embalses de Riansares, en el término de Horcajo de Santiago; el de La Garita, en el de Saelices (y que anegará en parte la zona arqueológica de Segóbriga), y el de Torrebuceit, sobre el río Záncara, término de Huertas de la Obispalía. Tres obras de ingeniería cuyos proyectos se encuentran en avanzado estado de gestación.

El coste previsto para la construcción de estos tres polémicos embalses se estima en 25.000 millones de pesetas, y según un documento oficial del MOPU, tendrían como objetivo común permitir "la transformación en regadío del mayor número de hectáreas posible económicamente, dedicadas hoy a cultivos de secano, cereal y viñas fundamentalmente".

Sin embargo, Fernando López Carrasco, consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, ha confirmado que "desde esta comunidad autónoma no se ha solicitado ninguna actuación que pueda traer nuevos regadíos a esta parte de la provincia de Cuenca". El Gobierno castellano-manchego, explica, sólo apoya nuevos regadíos "fuera de la zona manchega sobreexplotada y en base al agua de los ríos excedentarios, como el Tajo y el Júcar".

Bernardo López Camacho, miembro del patronato del parque en representación del MOPU y subdirector general de Obras Hidráulicas, ha asegurado que Ios tres embalses en cuestión servirán precisamente para regular y salvaguardar mejor las aguas de las tablas". Unas aguas apenas existentes, pero desde luego revueltas...