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El nuncio Tagliaferri se queja en Roma de las relaciones Iglesia-Gobierno

Francesc Valls

El nuncio de la Santa Sede en España, Mario Tagliaferri, se quejó hace dos meses ante la Secretaría de Estado vaticana -equivalente a un Ministerio de Asuntos Exteriores- por el hecho de que el presidente del Gobierno, Felipe González, no recibiera al presidente del episcopado español, cardenal Angel Suquía, para una entrevista solicitada hace más de medio año. En ella debía abordarse el estado de las relaciones Iglesia-Gobierno.

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La protesta de Tagliaferri se produjo el pasado mes de octubre, pocos días antes de que el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, llegara a Roma, donde fue recibido por el Papa en audiencia. La actuación del nuncio guarda relación directa con la situación de tensión que atraviesan las relaciones Iglesia-Gobierno, aunque, según fuentes gubernamentales, por el momento esa queja no se ha traducido en ninguna protesta formal ante el Ejecutivo socialista, según fuentes gubernamentales.El embajador de la Santa Sede en España, de acuerdo con las citadas fuentes, sería uno de los promotores de la situación de tensión que viven la jerarquía católica y el Gobierno. Otras fuentes también gubernamentales relativizan este hecho y afirman que Tagliaferri se limita a actuar como fiel intérprete de la línea de Juan Pablo II. Todos coinciden en señalar, sin embargo, que si el episcopado considera que se incumplen los acuerdos suscritos entre el Estado español y la Santa Sede, a la Iglesia le queda la solución de denunciarlos.

Impuesto 'religioso'

Las ya difíciles relaciones entre Iglesia y Gobierno se han visto en dificultadas en los últimos días por el documento sobre la situación moral de la sociedad española y por el discurso del cardenal Suquía sobre los abusos de poder que, a su juicio, realiza el Gobierno socialista.

El Ejecutivo, por su parte, no ha respondido de manera directa a estas acusaciones, aunque si lo han hecho destacados miembros del aparato del Partido Socialista. La polémica tenía ya como precedente inmediato la campaña gubernamental sobre el uso del condón y anteriormente el papel asignado a la materia de Religión y moral católicas en la ley de Ordenación general del Sistema Educativo (LOGSE).

La tensión amenaza con aumentar en las próximas fechas. El Gobierno no ha decidido todavía si incrementará o no el porcentaje -actualmente en el 0,5%,- de la cuota íntegra del Impuesto sobre la renta de las Personas Físicas (IRPF) para la asignación tributarla o impuesto religioso. Hasta fechas recientes el Ejecutivo estudiaba la posibilidad de aumentar ese porcentaje que sirve para la financiación de la Iglesia católica mediante una enmienda a la ley de Presupuestos Generales del Estado, en estudio por la comisión correspondiente del Senado. El propio ministro de Economía, Carlos Solchaga, mantuvo recientemente una entrevista al respecto con el obispo secretario del episcopado, Agustín García Gasco.

El aumento de ese porcentaje se negociará el próximo diciembre entre episcopado y Gobierno en seno de la comisión mixta Iglesia-Estado. Sin embargo, la situación de tensión existente hace prever un difícil diálogo entre el obispo García Gasco y el director general de Asuntos Religiosos, Luís María de Zavala, único interlocutor sobre estos temas designado por el Ejecutivo.

Zavala ha sido el encargado de responder, como portavoz, a las acusaciones lanzadas por los obispos, aunque no compartidas por la totalidad del episcopado, según se desprende de una entrevista a Joan Martí Alanis, presidente de la comisión episcopal de Medios de Comunicación, publicada ayer por Diario 16.

Martí Alanis declaraba, en referencia al documento sobre la situación moral en España: "Estoy de acuerdo con la letra pero no con la música". El presidente de la comisión de Medios de Comunicación aseguraba que "la causa principal de la desmoralización viene del influjo de la cultura importada de Estados Unidos", más que a la acción de Gobierno de los socialistas. "Los contrastes no son tan vivos [en el panorama moral español], porque creo que también en la sociedad actual hay valores a ponderar", según el obispo.

La COPE

El presidente de la comisión de Medios de Comunicación afirmó que "en la COPE [cadena radiofónica en la que los obispos son accionistas mayoritarios] hay muchos reinos de taifas creados por los profesionales que tienen su autonomía, pero existe un control moderador".

La COPE ha estado con frecuencia en la mesa de conversaciones entre la Iglesia y el Gobierno.

Mientras el episcopado lamenta la programación de TVE, el Ejecutivo critica el trato que recibe por parte de esa cadena controlada económicamente por el episcopado. La última ocasión en que surgió este tema fue el pasado 7 de marzo en el curso de una comida que los ministros Portavoz del Gobierno y de Justicia mantuvieron con el presidente del episcopado, el obispo secretario de la conferencia y el nuncio de la Santa Sede.

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