Wörner confirma en España que la OTAN coordinó y ayudó a la red Gladio

El secretario general de la Alianza Atlántica, el alemán Manfred Wörner, confirmó ayer en una reunión a puerta cerrada con dos ministros españoles que la estructura militar de la OTAN brindó apoyo logístico y coordinó las actividades de la red secreta Gladio, creada en los años cincuenta para resistir a una hipotética ocupación soviética de Europa occidental, según indicaron fuentes diplomáticas.

En su conversación con los titulares españoles de Asuntos Exteriores y Defensa, Francisco Fernández Ordóñez y Narcís Serra, respectivamente, Wörner recalcó, sin embargo, que en ningún momento el grupo Gladio dependió funcional o jerárquicamente del mando militar supremo aliado en Europa (SHAPE) y que, por tanto, sólo obedeció órdenes de sus respectivas autoridades nacionales. El secretario general proporcionó la semana pasada las mismas explicaciones a los 16 embajadores acreditados ante la Alianza (véase EL PAÍS del 12 de noviembre).

Ante la prensa, Wörner se negó, sin embargo, a contestar preguntas relacionadas con esa red clandestina de comunicación y sabotaje preparada para luchar contra el invasor. Tras asegurar que "no hay nada que esconder", recordó que "hay una vieja tradición en la OTAN consistente en no comentar en público los asuntos de seguridad militar", y a renglón seguido invitó a los periodistas a dirigirse, para más información, a los Gobiernos nacionales. Estos últimos días, Serra ha señalado que su ministerio no ha descubierto ningún rastro de la existencia de una rama española de Gladio.

Wörner efectuó ayer una breve visita a Madrid, adonde llegó procedente de Londres a primera hora de la tarde en un avión Mystère puesto a su disposición por sus anfitriones españoles. Tras la sesión de trabajo con Fernández Ordóñez y Serra fue recibido por el presidente Felipe González, y por la noche cenó en un restaurante con los dos ministros españoles.

El ex titular alemán de Defensa aprovechó su paso por Madrid para hacer hincapié en la importancia de seguir negociando los acuerdos de coordinación aún pendientes entre las Fuerzas Armadas españolas y los mandos militares de la OTAN, a pesar de la virtual desaparición del Pacto de Varsovia, aunque reconoció que acaso sean ahora "algo menos necesarios".

Durante una conferencia de prensa y en una ulterior conversación con EL PAÍS, Wörner confirmó que los titulares de Defensa, reunidos en el marco del Comité de Planes de Defensa, endosarán a principios de diciembre los dos primeros acuerdos de coordinación, Alfa y Bravo, firmados el 21 de mayo por los jefes de Estado Mayor, sobre operaciones aeronavales en el Atlántico oriental y defensa del espacio aéreo español.

Quedan ahora otros cuatro acuerdos por cerrar: sobre defensa territorial de España, operaciones aeronavales en el Mediterráneo occidental, control del estrecho de Gibraltar y utilización de la península Ibérica como apoyo logístico al frente central, que hoy en día pasa por la antigua Alemania del Este, Hungría y Checoslovaquia, dos países éstos que han expresado el deseo de asociarse a la OTAN.

"La razón de ser de la OTAN no ha desaparecido", afirmó Wörner para justificar la necesidad de seguir negociando dichos acuerdos. "Además, es una labor que no perjudica a nadien ni está dirigida contra nadie", añadió. Sobre las divergencias hispano-británicas a propósito del control del Estrecho, el secretario general rehusó pronunciarse, limitándose a afirmar que para lograr ese acuerdo, "un pacto previo bilateral" entre Londres y Madrid es imprescindible.

Por lo demás, Wörner se esforzó en demostrar que la OTAN sigue siendo necesaria, aunque ahora "la cooperación sustituya a la confrontación". Entre las principales tareas que incumben ahora a su organización figuran el seguimiento de las conversaciones sobre desarme convencional o el hacer frente a las incertidumbres que conllevan los cambios en Europa oriental.