El actor Pedro María Sánchez prepara el espacio cultural Madrid Escena

Hay quien piensa que en 1993 habrá vida sobre la faz de la tierra, e incluso que en España podrán emprenderse aventuras culturales. Pedro María Sánchez, a sus 37 años, es un veterano de las tablas, y quizá por eso mismo sigue rezumando ilusión. Su horizonte para 1993 se centra en la puesta en marcha del proyecto Madrid Escena, concebido como un espacio artístico interdisciplinar generado por la pasión del teatro. "No es mi proyecto", dice. "Soy director artístico de una iniciativa que data de 1983, y cuyo momento es ahora".

"No es lógico", afirma el actor, "que la única oferta coherente en una ciudad como Madrid sea el Centro Dramático Nacional en el Teatro María Guerrero; el Centro de Nuevas Tendencias Escénicas en la Sala Olimpia; el Teatro de la Zarzuela; la Compañía Nacional de Teatro Clásico en la Comedia o el Teatro Español. Y el techo que alcanza la empresa privada ya lo hemos visto".La idea de Pedro María Sánchez es un local concertado con la Comunidad -que carece de teatro- donde, además de una programación atractiva, otros artistas, plásticos, músicos o literatos, puedan crear autónomamente y, tanto ellos como cierto número de estudiantes, puedan acercarse al teatro en todas sus fases: desde el taller a la puesta en escena.

"Se trata", dice Pedro María Sánchez, "de integrar varias disciplinas contemporáneas, porque hay un sustrato de emociones y de vivencias que nos son comunes a todos los ciudadanos de hoy, y el teatro puede ser un núcleo activo para esa expresión. Yo vi muy clara esa necesidad cuando interpreté Absalón de Calderón dirigido por José Luis Gómez. La escenografía de Miquel Navarro, el vestuario de Pepe Rubio, nuestra labor de actores, todo pedía una especie de prolongación, de crecimiento".

Punto de encuentro

"Y esto es lo que ocurre con muchos montajes, que pueden sugerir iniciativas creadoras a fotógrafos, a pintores ... No es que se busque otras artes que ilustren un montaje teatral, sino que se trata de encontrar puntos comunes para el debate y la creación", añade Pedro María Sánchez.El motor fundamental sería una compañía de teatro, pero no necesariamente integrada siempre por las mismas personas. La idea del local deja abierta las posibilidades de que el escenario fuera modificable según los espectáculos concretos. El centro acogería además tertulias, exposiciones, conciertos, vídeo, y la escuela teatral.