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El fabricante pide la "revisión sistemática" de todos los edificios construidos con cemento aluminoso

La empresa Cementos Molins, SA, el único fabricante de España, aunque no vendedor, del cemento aluminoso -electroland- presente en las vigas que causaron el hundimiento de una casa en el barrio barcelonés del Turó de la Peira, ha solicitado oficialmente en un escrito que se aborde "un plan sistemático de revisión de aquellas edificaciones en las que pudiera haberse utilizado" este material en toda España. Esta firma, que desde 1929 ha fabricado y vendido dentro y fuera de España 1,5 millones de toneladas de cemento aluminoso, asegura que el incorrecto uso de su producto acarrea una "resistencia insuficiente".

"En la medida en que se ignore en qué forma, históricamente, se empleó el cemento aluminoso, sería aconsejable abordar un plan sistemático de revisión de aquellas edificaciones en las que pudiera haberse utilizado", señala la nota oficial preparada por la empresa cementera para ser hecha pública la próxima semana.Fuentes de la empresa aseguran que son los únicos fabricantes en España del cemento aluminoso, aunque no los únicos vendedores, ya que la firma francesa Lafargue que cedió la patente también ha comercializado el producto en este mercado.

El periodo en que Cementos Molins registró la máxima venta de cemento aluminoso es el de 1953 a 1973. Actualmente, no obstante, la empresa aún fabrica y vende 30.000 toneladas anuales de cemento aluminoso, de las cuales la mitad se comercializa en España y el resto se exporta a Italia, Bélgica, Alemania, Holanda, Suecia, Argentina, Cuba, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y República Surafricana, entre otros países.

El cemento aluminoso, cuya utilización en vigas fue prohibido en 1977 al constatarse su peligrosidad, puede seguir utilizándose en otro tipo de obras (solados especiales antiácidos, asentamientos de maquinaria, productos autonivelantes, piezas prefabricadas u hornos) en las que resulta recomendable por su endurecimiento ultrarrápido y resistencia que ofrece al calor.

Comercialización

La comercialización de este producto en la actualidad apenas supone un 3% de la facturación total de Cementos Molins, cuyo interés descansa en el cemento portland, del que fabrica un millón de toneladas anuales.

Un portavoz de la empresa indicó a este diario que la localización de las obras en que se utilizó cemento aluminoso por medio de sus libros de registro será muy difícil, dado que la empresa no solía vender el producto directamente a las constructoras, sino a almacenistas, que posteriormente lo distribuían.

El citado portavoz aseguró que su producto se ha vendido en toda España, particularmente en Cataluña y en el resto del litoral mediterráneo, y no ocultó que desde años atrás se habían advertido en ocasiones utilizaciones incorrectas de su material por parte de diversos constructores que construían las vigas a pie de obra sin respetar las proporciones de los componentes del cemento indicadas por ellos y sin los cuidados preceptivos en relación con la pureza de los áridos empleados.

En este sentido, los representantes de la empresa aseguran que ya en 1972, en un seminario realizado en el Instituto Eduardo Torroja de Madrid, centro dedicado a la investigación de materiales de la construcción, alertaron sobre la conveniencia de seguir al pie de la letra los consejos técnicos al utilizar este producto en edificaciones.

Cementos Molins afirma que "desde el principio ha puesto énfasis en el cuidado que exige este tipo de cemento y ha insistido en la necesidad de usar áridos limpios, emplear altas dosificaciones en cemento y reducir al máximo el agua de amasado, lo que fue comunicado a sus clientes tanto en folletos informativos como en los propios sacos de cemento".

"Es de destacar", recalca esta firma en una nota oficial, "que tal como claramente se expone en la instrucción española EH-73 o en las circulares francesas, las condiciones de empleo deben ser seguidas exactamente, pues de lo contrario, en condiciones adversas, las obras de cemento aluminoso pueden alcanzar una resistencia insuficiente, tanto inicialmente como a largo plazo".

Esta misma opinión, referida a las obras de hormigón de cemento aluminoso, debiera seguramente extenderse en instalaciones y maquinaria, también para establecer controles que afecten al mantenimiento y estado de las construcciones en general.

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