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Los hospitales madrileños manejan inadecuadamente los productos anticancerosos

La Inspección de Trabajo ha descubierto que el manejo de productos citostáticos para tratamientos de quimioterapia anticancerosa no se realiza adecuadamente en los hospitales públicos madrileños, como se desprende de una inspección pedida por el Sindicato de Enfermería.

Los tres hospitales inspeccionados hasta ahora han sido los de Móstoles, el Clínico de San Carlos y el Ramón y Cajal, aunque José María Porras, secretario de acción sindical del Sindicato de Enfermería (Satse), aseguró que se espera en breve tener los resultados de las inspecciones realizadas en los demás centros, sobre todo en el Doce de Octubre, La Paz y el Gregorio Marañón.El sindicato denunció el pasado mayo que no se cumplen las principales normas de higiene en el trabajo en las unidades en las que se manejan productos citostáticos, que son compuestos químicos de gran poder cancerígeno en dosis no adecuadas, además de producir malformaciones y contaminación ambiental si no se manejan correctamente. A primeros de noviembre, la Inspección de Trabajo comenzó a remitir los primeros resultados de sus pesquisas.

"En el caso del Clínico", explicó Porras, "el informe dice que los servicios son incapaces de organizar el trabajo con estos productos, y allí ni siquiera existe una norma teórica sobre el funcionamiento ideal, de forma que no se les exige un plazo determinado para subsanar las deficiencias".

Amenaza de sanción

Sin embargo, el director gerente del hospital Ramón y Cajal, Diego Caparrós, sí que ha sido requerido por la Inspección de Trabajo para solucionar este tema de inmediato bajo amenaza de sanción. El informe de Trabajo denuncia que en este centro se manipulan estos productos de forma despreocupada por parte de la enfermería y existen deficiencias en la protección del personal, que a veces utiliza sólo mascarillas y guantes desechables y prescinde de las gafas protectoras y de las batas". "En este hospital existe una norma teórica que por lo visto no se cumple del todo", dijo Porras.En cuanto al destino del material desechable, "algunas veces las agujas son separadas de las jeringas y arrojadas en bolsas plásticas". Tampoco existe en este centro "un seguimiento médico de los trabajadores que están habitualmente en contacto con estos materiales", según el informe.

En opinión de este representante sindical, estas deficiencias pueden ser el origen de un cáncer detectado el pasado año en una enfermera del hospital de Albacete que trabajaba en contacto con estos fármacos. "Suele ocurrir en casi todos los hospitales del Insalud", concluyó.

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