Felipe González confía en recuperar Gibraltar con la negociación

J. V. / I. C., El presidente del Gobierno español, Felipe González, dedicó a Gibraltar un párrafo en su alocución ante la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), aunque lo hizo en tono moderado. "No podemos prolongar la existencia", dijo, "de vestigios anacrónicos". "Confío en que, por medio del proceso negociador establecido entre el Reino Unido y España, podremos resolver el contencioso de Gibraltar". Previamente la delegación británica había sido informada de la intención del presidente del Gobierno español de mencionar el tema de la colonia.

En su discurso, González puso en guardia contra los peligros que conlleva exacerbar el nacionalismo. Nada más empezar su intervención, recordó que fue la exaltación de las diversidades nacionales la que nos condujo al paroxismo de la rivalidad, con dos conflictos que arrasaron el Continente ( ... )". Más tarde insistió en la necesidad de "evitar cualquier tentación que nos conduzca hacia nacionalismos exacerbados".

Felipe González marcó así implícitamente las distancias con algunos líderes europeos, especialmente los escandinavos, que brindaron su apoyo a las repúblicas bálticas que intentaron en vano estar representadas en la cumbre.

Estabilidad de la URSS

Pero algunos observadores sospechan que su prevención contra los excesos del nacionalismo tiene también una lectura de puertas para adentro. Miguel Gil, subsecretario del Ministerio del Portavoz, insistió después en que para "España es más importante la estabilidad de la Unión Soviética'' que la revindicación nacionalista.

González anunció, además, que el presidente del Congreso, Félix Pons, invitará a Madrid a principios de 1991 "a los demás Parlamentos de los Estados participantes" en la cumbre "a fin de mantener una reunión ( ... ) con objeto de intercambiar ideas y hacer propuestas" con vistas a la creación del foro parlamentario de la CSCE. Esta nueva institución se inspirará, probablemente, en la experiencia del Consejo de Europa, un organismo cuyo Comité de Ministros encabeza España.

No olvidó González a Latinoamérica. Afirmó: "Europa ha de asumir la responsabilidad que le corresponde de contribuir a la consolidación democrática" de un subcontinente cuya cultura y valores constituyen "una prolongación de Europa más allá del Atlántico, como se afirma de Canadá y de Estados Unidos".

Pero para Europa, reconoció Felipe González, el Sur o el Tercer Mundo "es ante todo el Mediterráneo" y recordó la propuesta hispanoitaliana de ampliar a esa región la experiencia de la CSCE.

Para discutir de lo que podría ser una Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en el Mediterráneo (CSCM), los ministros de Asuntos Exteriores de los países mediterráneos de la OTAN se reunieron ayer por la mañana.

La jornada de ayer brindó también al jefe del Ejecutivo español la oportunidad de mantener algunos encuentros bilaterales con el presidente de Bulgaria, Zhelyu Zhelev, y con sus homólogos de Hungría, Suecia y Noruega, Jozsef Antall, Ingvar Carlsson y Gro Harlem Brundtland.