"Hay un 50% de posilidades de paz"
Sad Mehdi Salé tiene 50 años, una expresión tranquila y complaciente, viste uniforme verde oliva y en sus hombreras luce cuatro estrellas, pero destaca que no es un uniforme militar, sino el del partido Baaz, la organización en la que milita desde que tenía 18 años y a la que ha dedicado todo su tiempo.
Sólo lleva dos años al frente del Parlamento, pero en los tres últimos meses, y especialmente en las últimas semanas, Sadi Medji ha tomado un protagonismo que tal vez no esperaba el presidente de una Cámara que vota por unanimidad o con porcentajes de asentimiento superiores al 90%. Las dificultades por las que atraviesa el país y la posibilidad de que el paseo por Kuwait se convierta en una guerra aún más sangrienta que la de Irán han llevado al gran líder a aparecer frecuentemente en el hemiciclo para que el aplauso de éste sea transmitido por las televisiones, al tiempo que se producía un acercamiento entre Sadam y su jefe de legisladores.
Pregunta. ¿Que posibilidades hay de encontrar una solución negociada a la crisis del Golfo?
Respuesta. Hay un 50% de posibilidades de paz y otro 50% de guerra. Irak es sincero en su deseo de llegar a una solución pacífica, pero Estados Unidos insiste en la opción bélica.
P. ¿Cuáles son las condiciones para la negociación?
R. No ponemos condiciones previas, pero queremos que el problema sea visto de una forma objetiva y equilibrada. Existen dos formas para resolver el conflicto: la primera es la iniciativa del presidente Sadam del 12 de agosto, en la que se vinculan todos los problemas de Oriente Próximo y para la que es necesaria una participación internacional efectiva, porque afecta a muchos países de la zona. La segunda es una la reunión de todos o algunos de los líderes de estos países para buscar una salida, como sucedió con la cuestión de Líbano. Ésta requiere la retirada de las tropas estadounidenses y extranjeras de Arabia Saudí porque los árabes fracasarán en sus negociaciones si las armas apuntan contra nosotros. Cualquier solución árabe bajo la presión de las armas norteamericanas no será aceptable.
P. ¿Cómo se puede hablar de solución árabe cuando Egipto, Marruecos y Siria han enviado tropas a Arabia Saudí para luchar contra Irak?
R. Cuando hablamos de retirada de tropas extranjeras no hablamos de tropas árabes. Uno de los principios de la segunda opción es que las tropas árabes se queden en Arabia Saudí para calmar los ánimos de ese país, aunque ello no significa que nosotros pretendiéramos invadirlo.
Kuwait, como Gibraltar
P. ¿Necesita Irak la 191 provincia?
R. No es una necesidad. Hemos recuperado nuestra tierra. ¿Acaso los españoles no queréis recuperar Gibraltar? Kuwait era una parte de la provincia de Basora que nos arrancó el colonialismo británico cuando éramos débiles. Si vosotros tratáis de recuperar Gibraltar negociando y nosotros lo hemos hecho por la fuerza es porque algunos oficiales jóvenes del ejército kuwaití nos lo pidieron y porque el Gobierno kuwaití tramaba una conjura con EE UU y Arabia Saudí para destruir nuestra economía.
P. Pero sobre Gibraltar existe una resolución de la ONU, mientras que Kuwait era un Estado soberano reconocido incluso por Irak.
R. La ONU no ha sido justa en sus últimas resoluciones. Hay 568 resoluciones sobre la causa palestina e Israel se ha negado a cumplirlas todas. La ONU no ha hecho nada para obligarle. Ello demuestra el doble rasero y la manipulación de Estados Unidos, y si no, que vengan aquí a resolver todos los problemas de Oriente Próximo al mismo tiempo.
P. ¿Merece la pena una guerra por un trozo de tierra?
R. ¿Acaso los gobernantes de Kuwait merecen que se haga una guerra por ellos? ¿Por quienes han derrochado la riqueza de la nación? ¿Por un hombre que tiene 75 mujeres e hijos que ni tan siquiera conoce? Si la causa de Occidente para entrar en guerra fuese el petróleo, tampoco tiene sentido porque nosotros se lo vendemos a todo el mundo, excepto a Israel, con el precio acordado por la OPEP. Defendemos un precio razonable. No somos responsables de la actual subida, que está motivada porque el bloqueo no nos deja vender. Si hubiera una guerra el barril podría subir a 100 dólares, lo que sería una catástrofe de la que sólo se beneficiarían EE UU y el Reino Unido porque ellos son productores y vendedores.
P. ¿Por qué han tomado a civiles inocentes como rehenes?
R. Los invitados han supuesto la decisión más difícil de adoptar porque se contradice con nuestros principios humanitarios y religiosos. No creemos en el comercio de los hombres. Fuimos obligados a actuar así porque nuestros 18 millones de habitantes estaban amenazados de una muerte rápida por las tropas norteamericanas y de una muerte lenta por un bloqueo injusto que se impuso incluso antes de la resolución de la ONU. No dejar viajar a una persona es privarle parcialmente de su libertad, mientras que una guerra o el hambre que provoca un bloqueo significa la destrucción del hombre. Los invitados están más atendidos que nuestro pueblo, y todos podrían irse según la propuesta realizada la semana pasada por el presidente, que sólo pide a cambio el compromiso formal de que dos países del Consejo de Seguridad de la ONU no apoyen la guerra contra nosotros.
P. ¿Cree que con su táctica de liberaciones parciales ha dividido a Occidente?
R. No es una división verdadera, sino que en Occidente comienza a haber un tratamiento lógico del conflicto. Ha aparecido una tendencia liderada por la URSS que propone la negociación y no la guerra. Esto es un acercamiento a nuestra postura..
P. ¿La posibilidad de una confrontación ha dividido también al ejército iraquí?
R. No hay ni un soldado que esté en contra de la toma de Kuwait. Eso es una pura invención de Occidente. Tal vez hubo alguna reticencia en la guerra contra Irán, pero en este caso hay unanimidad de todos los iraquíes.
P. Su Parlamento tiene representantes de las 18 provincias. ¿Han elegido ya a los diputados de la 191 provincia?
R. Esperamos elegirlos pronto.
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