El rey Fahd anuncia una tímida democratización en Arabia Saudí

La crisis del golfo Pérsico y la consiguiente apertura de Arabla Saudí al mundo occidental ha forzado al rey Fahd a anunciar el inicio de cierto proceso democratizador en el país. En sus ocho años de reinado, el actual monarca no sólo no había tomado ninguna medida de apertura política, sino que había frenado los leves procesos iniciados por sus antecesores, Saud, Faisal y Jaled.En una reunión restringida con un grupo de periodistas saudíes, el rey Fahd explicó que se estaban estudiando las últimas recomendaciones realizadas por sus asesores para desarrollar una reforma política en el país. Estos cambios afectarían al sistema de gobierno y a la estructura provincial saudí, y se concretarían en la creación de un consejo consultivo al estilo del resto de los Estados de la. península Arábiga, que hará las veces de Parlamento, aunque: sus miembros no serán elegidos por el pueblo, sino nombrados por la casa real.

"Nos ha llevado algún tierripo completar todos los aspectos de lo que podría ser este consejo", declaró el rey Fahd. "Yo mismo había hablado en varias ocasiones sobre nuestra determinación de desarrollai. este proyecto. A principios de este año revisé las recomenda ciones y los estudios realizados y es para mí un placer anunciar que ahora estamos dando los últimos retoques al proyecto".

El Custodio de las dos Sagradas Mezquitas (así se hace llamar el rey) no quiso dar detalles sobre la formación y las funciones que tendrá este consejo consultivo, aunque explicó que estará basado en las leyes del Corán. "Es de todos sabido", dijo, "el hecho de que la fe islámica está basada en los principios de la consulta para los asuntos importantes. El propio profeta Mahoma censultaba a sus seguidores y recibía sus consejos de buen grado. El islam ha hecho de los principios de la consulta las bases de su gobierno y no aceptaremos un sistema político hecho por el hombre que sea contrario a las enseñanzas islámícas".

Tradición islámica

Durante su justificación de estas medidas, el rey Fahd insistió una y otra vez en los principios religiosos del islam y en la tradición árabe del diálogo. Preguntado sobre las libertades individuales en Arabia S audí, el monarca añadió que los cludadanos saudíes tienen y han tenido siempre el derecho y la libertad de acceder a cualquiera de sus gobernantes, y las puertas están siempre abiertas para ellos, sin ninguna restricción".

El monarca se refería a las continuas recepciones que celebran los miembros de la familia real, en las que son instados por ciudadanos de las distintas localidades, que les rinden honores. Durante estas visitas, que son recogidas por la televisión saudí, los ciudadanos se acercan al miembro de la casa real que preside el acto, le besan el hombro o la nariz en señal de agradecimiento y le cuentan sus inquietudes.

Respecto al actual sistema político (Arabla Saudí está regida por una monarquía teocrática apoyada por la conservadora doctrina wahabista), el rey Fahd afirmó que el reino, "en línea con las enseñanzas islámicas, ha conseguido un Gobierno estable basado en la justicia y la seguridad, que trabaja para establecer la paz, el amor, la hermandad y la cooperación de todo el pueblo en sus distintas regiones. Trabajando dentro de esta atmósfera de paz y estabilidad, el Estado, con la bendición del todopoderoso Alá y con las duras manos de sus hijos ha conseguido aunar toda su potencia para construir este Estado de bienestar".

Respecto a la actual situación del conflicto del Golfo, el monarca saudí se reafirmó en el cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas, la Liga Árabe y la Conferencia Islámica, en el sentido de que Irak abandone sin condiciones Kuwait. "No vemos otra solución capaz de garantizar la paz en la región", dijo.