Crisis de Gobierno en Noruega por falta de acuerdo sobre la CE

El Gobierno de coalición noruego, integrado por el Partido Conservador, el Partido Popular Cristiano y el Partido de Centro, y que preside el conservador Jan P. Syse, comunicó ayer al Parlamento y al rey Olaf V su decisión de renunciar. La crisis de Gobierno se ha desencadenado a raíz de la imposibilidad de alcanzar una posición unitaria dentro de la coalición gubernamental frente al espinoso tema de la futura relación del país con la Comunidad Europea (CE).

El Gobierno de Syse ha cumplido un año y dos semanas de vida, bastante más de lo que muchos observadores le pronosticaron cuando se formó después de las elecciones generales de septiembre del año pasado.Los pronósticos de corta vida para el Gobierno burgués estaban basados en que dentro de la coalición coexistían las dos posiciones más antagónicas en el tema de la Comunidad Europea: la de los conservadores, decididamente partidarios del ingreso, y la de los centristas, también denominados agrarios, que se oponen tajantemente.

Bomba de relojería

El problema se soslayó hace un año para hacer posible la formación del Gobierno, pero quedó como una bomba de relojería, que estaba destinada a estallar en cualquier momento, como ahora ha sucedido.

Las actuales conversaciones entre los países de la Comunidad Europea y los de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), que tienen lugar en Bruselas, reavivaron las discrepancias, al plantearse la necesidad de una serie de modificaciones legales por parte de Noruega para una adecuación a las exigencias de la Comunidad que algunos, y en especial el Partido de Centro del país escandinavo, no están dispuestos a aceptar.

El presidente del Parlamento (talman) tiene la obligación de iniciar conversaciones con el proposito de sondear ahora a los líderes de las distintas formaciones políticas noruegas para la formación de un Gobierno. Dos alternativas aparecen como posibles. Por una parte, la formación de un Gobierno netamente conservador, que contaría con el apoyo del ultraderechista Partido del Progreso -también partidario del ingreso en la Comunidad- y que para determinados temas contaría también con los votos de los antiguos integrantes de la coalición, cristianos populares y centristas.Ésta parece ser la única posibilidad por el lado burgués, ya que el Partido Popular Cristiano anuncié su negativa a formar un Gobierno sólo con los conservadores. La otra variante es encomendar a la líder del Partido Laborista, Gro Harlem Bruntland, la formación de Gobierno. Pero, según todos los indicios, los laboristas, a quienes las encuestas de opinión muestran en un pronunciado ascenso y cuya líder cuenta con el respaldo del 52% de los noruegos, según un sondeo publicado el pasado domingo, no están dispuestos a fomar un gobierno minoritario y prefieren esperar, seguros de la victoria en las próximas elecciones.

Otro factor que complica la salida de la crisis es el deterioro de la imagen del primer ministro a raíz de irregularidades en la presentación de informes, a los organismos competentes, sobre empresas de su propiedad. El propio Syse admitió omisiones, pero negó toda intención dolosa, lo que fue confirmado por una comisión investigadora designada por el propio primer ministro, que le absolvió pero no disipó las dudas.