La soledad de los sentidos

, El nombramiento, la semana pasada, de Yuen Har Tse como mujer del año en el Reino Unido ha sorprendido por su excepcionalidad. Ingeniera aeronáutica, de 22 años y de origen chino, Yuen, ciega desde la infancia, diseña motores de aviones en una de las factorías de Rolls Royce. Gracias a la informática y a las nuevas tecnologías de la información, Yuen cuenta con Ia ayuda de una calculadora parlante, una impresora braille, un aparato para hacer diagramas con la punta de los dedos y un circuito cerrado de televisión.

La realidad, sin embargo, no es tan espectacular. La mayor parte de las personas discapacitadas no pueden comunicarse siquiera con su entorno, y mucho menos acceder al mundo laboral, bien por las particularidades de cada caso o porque las numerosas soluciones técnicas existentes son económicamente inaccesibles para un gran número de usuarios potenciales.En España, por ejemplo, las encuestas más recientes indican que el 15% de la población son personas discapacitadas que no pueden realizar ciertas actividades consideradas normales para el resto de la sociedad. Según Pablo Gil de la Cruz, director del Centro Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (CEOPAT), del Inserso, "sólo el uso de las nuevas tecnologías, aplicadas tanto con fines de intercomunicación personal como para el control del entorno, harán posible adecuados niveles de autonomía satisfactorios", según indicó en las jornadas que sobre este terna tuvieron lugar en la Escuela Universitaria de Informática de Madrid la semana pasada.

Pedagogos, psicólogos, ingenieros y usuarios coincidieron en que la eclosión de las nuevas tecnologías debe servir para equiparar a estas personas y no para aumentar su marginación. José Zato Recellado, director de la escuela, afirmó que en España no existe una política coherente sobre estos problemas y que es necesario fijar un marco de investigación y desarrollo equiparable a otros ámbito tecnológico.

Calidad sobre destreza

Jordi Escoin, psicólogo del centro Pont del Drago (Barcelona), señaló que el diseño asistido por ordenador y los audiovisuales son las áreas mejor abonadas para la integración laboral de estas personas. "Hemos de buscar actividades donde prime la calidad del trabajo sobre la rapidez y destreza manual. Las nuevas tecnologías pueden suplir discapacidades, pero no hacen milagros", explica Escoin.

Aunque es cierto que algunas personas con parálisis cerebral realizan trabajos de alta cualificación, sus torpes movimientos les dificultan el acceso al ordenador. Aquellas personas con problemas motrices leves pueden utilizar el teclado estándar con la ayuda de punzones o varillas señalizadoras, que facilitan la pulsación de las teclas. En cambio, las que padecen una afección mayor deben recurrir a equipos periféricos fáciles de utilizar, como pulsadores, teclados especiales y sintetizadores de voz, concebidos para aprovechar cualquier movimiento residual. Los pulsadores o conmutadores pueden ser activados con las sienes, la mandíbula, la lengua (por humedad), el hombro, el pie...

El reconocimiento de la voz, aún en fase experimental, la utilización de brazos robóticos, los teclados de conceptos sin códigos alfanuméricos, los sistemas de infrarrojos para controlar el entorno y los detectores de obstáculos para ciegos son desarrollos que levantan grandes expectativas. Sin embargo, la puesta a punto de programas informáticos especiales centra también la atención de los especialistas. Los programas bloqueadores de tecla, los que ralentizan la velocidad de proceso del ordenador, los que amplian la imagen de la pantalla o los que simulan en el monitor el teclado estándar, son buen ejemplo de ello.

El Departamento de Ingeniería Electrónica de la Universidad Politécnica de Madrid, por su parte, ha desarrollado dos tarjetas destinadas a reeducar el lenguaje de las personas con problemas de audición o sordas, y a través de un micrófono la pantalla del ordenador les muestra una radiografía de todo el proceso vocalizador. "Todos coinciden en que la tecnología se muestra muy eficaz en la formación y rehabilitación. Sin embargo, la mayoría de estos ingenios no pasan de ser prototipos", dice Santiago Aguilera, profesor titular de este departamento.