Concluyen unas jornadas sobre las formas de financiar la cultura
Representantes del Ministerio de Cultura, entidades bancarias, empresarios y publicistas han participado este fin de semana en León en unas jornadas auspiciadas por la Diputación Provincial sobre Las nuevas formas de financiación de la cultura. El patrocinio cultural es, para las empresas, un nuevo medio de publicidad promocional.
Las actividades de patrocinio de las empresas han experimentado un incremento sustancial en los últimos años. En 1988 supuso un volumen económico cercano a los 20.000 millones de pesetas, y en 1989 la inversión en este campo se situó en torno a los 30.000 millones de pesetas.En el mercado de la comunicación, hoy saturado por la publicidad convencional, las actividades de mecenazgo utilizan los valores y los símbolos de la cultura y el arte para difundir la idea de que las empresas aportan su dinero para atender las necesidades sociales y culturales de la comunidad", ha señalado Francisco Cánovas, asesor técnico del Ministerio de Cultura en el proyecto de ley sobre el mecenazgo cultural. Para Cánovas, "mientras las fundaciones no se conviertan en tapaderas para evasiones fiscales no hay nada que temer".
En 1989 se registraban 198 fundaciones, el 76% de ellas creadas a partir de 1982. En 1987 los presupuestos de gastos de las fundaciones inscritas en el Ministerio de Cultura ascendieron a 2.955 millones de pesetas, lo que significó un incremento del 53% respecto al año anterior. Esta tendencia se mantiene, situándose en 1988 en torno a los 5.700 millones, según Cánovas.
Entre las fundaciones de reciente creación se encuentran la Thyssen Bornemisza, Banco de Bilbao-Vizcaya, Banco Hispanoamericano, Camino de Santiago y Mapfre. Según algunos ponentes, las tareas culturales auspiciadas por el Estado son en ocasiones criticadas por el peligro al intervencionismo y la gestión burocratizada. Los premios Príncipe de Asturias, la informatización del Archivo de Indias o el patrocinio de la Orquesta Nacional de España son algunos de los ejemplos más significativos.
Entre las actividades de proyección pública se sitúa en primer lugar la pintura, con el 38%; la literatura, con el 33%; la música, con el 27%, y la recuperación del patrimonio, con el 14%. El presupuesto de gastos del Ministerio de Cultura, excluidas áreas sociales, pasó de 27.204 millones de pesetas en 1983 a 44.433 millones en 1989.
