EE UU y Francia afirman que es posible la paz
Las sanciones contra Irak están empezando a dar resultados. La economía de ese país se resiente. Una solución pacífica a la crisis del golfo Pérsico es, pues, todavía posible. Tal fue el mensaje expresado ayer al alimón por el secretario de Defensa norteamericano, Richard Cheney, y el ministro de Defensa francés, Jean-Pierre Chevénement, en la conferencia de prensa que siguió a su reunión en París. Francia tiene unos 14.000 soldados en el golfo Pérsico, y Estados Unidos, unos 200.000.
Salvo que ambos hombres sean consumados comediantes, las palabras pronunciadas y las actitudes adoptadas ayer por Cheney y Chevénement no fueron las que habitualmente preceden el estallido de un conflicto bélico. "La guerra no comenzará esta noche", dijo Chevénement con una sonrisa tranquilizadora, en respuesta a la pregunta directa de un informador.Los responsables de Defensa de los dos países occidentales más directamente comprometidos en el despliegue militar antiiraquí en el golfo Pérsico, hicieron sendas declaraciones de principios, reiterando que todas las resoluciones de la ONU relativas a la invasión de Kuwait deben ser aplicadas y que Sadam Husein no tiene otra alternativa que retirarse por completo del emirato ocupado.
"La pelota está en el campo de Sadam. Él debe tomar la iniciativa de abandonar Kuwait",dijo Chevénement. El ministro francés rehusó contestar a una pregunta sobre si Occidente aceptaría una solución al conflicto del Golfo consistente en una retirada parcial iraquí de Kuwait.
Aludiendo a que ni el propio Sadam ha asumido de modo oficial esa posibilidad, Chevénement dijo: "Ningún elemento nos permite trabajar sobre esa hipótesis".
"Estados Unidos", afirmó Cheney, "tiene la esperanza de alcanzar sus objetivos por medios pacíficos". Para justificar tal esperanza, el secretario de Defensa norteamericano añadió: "Tenemos evidencias de que las sanciones están comenzado a tener un impacto sobre la economía iraquí. Los iraquíes han tenido incluso que introducir el racionamiento de combustible, y eso que petróleo es lo que menos les falta".
El ministro francés coincidió con el análisis de su colega. "Constatamos que el embargo", dijo Chevénement, "hace sentir sus efectos. La unidad de la comunidad internacional puede permitir la recuperación de la independencia y soberanía kuwaltíes por medios pacíficos. Esa es la hipótesis en la que Francia y EE UU trabajan unidos por el momento".
Mientras se celebraba la conferencia de prensa conjunta, las calles de París quedaron colapsadas por miles de manifestantes que protestaban contra la presencia militar francesa en el Golfo. [Más de 10.000 personas pidieron, en otra manifestación en Nueva York, la retirada de Estados Unidos de Oriente Próximo, informa Reuter].
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