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EL CONFLICTO DE ORIENTE PRÓXIMO

Haraui negocia en Dámasco el futuro de Líbano

ÁNGELES ESPINOSA ENVIADA ESPECIAL El presidente libanés, Elías Haraul, viajó ayer a Damasco, donde se entrevistó con su homólogo sirio, Hafez el Asad, sobre los cambios introducidos en la escena política libanesa por la rendición del general Michel Aún. Según un portavoz gubernamental, ambos mandatarios deben estudiar las próximas medidas para acelerar el proceso de pacificación en Libano.

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Haraui y Assad conversaron sobre el plan del Gobierno libanés para disolver las diversas milicias, formar un nuevo Gabinete, ampliar su autoridad sobre todo el territorio y liberar el sur de Líbano, actualmente bajo control israelí. [Assad prometió al presidente libanés toda la ayuda precisa para conseguir la reconciliación en Líbano y restaurar la estabilidad, informa Reuter].El líder druso, Walid Jumblatt, anunció ayer mismo ante sus seguidores que no disolvería su milicia a menos que recibiera plenas garantías del presidente y del Ejército sirios. A petición de Haraui, el Ejército sirio participó en la operación militar que motivó la huida de Aún. Además, en el plano político, Sirla apadrina a la nueva Administración libanesa surgida del acuerdo de Taif.

El viaje de Haraui a Damasco, esperado a lo largo de toda la semana, estuvo rodeado de la máxima discreción. De hecho, sólo se pudo confirmar cuando se produjo la llegada del presidente libanés a la capital siria.

La visita se produce en un momento especialmente delicado. Varias agencias internacionales de noticias han revelado en los últimos días matanzas cometidas por los soldados sirios en el asalto al palacio de Baabda, último reducto de Aún.

La familia de Aún

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Por otra parte, la salida de los familiares y allegados del general se convirtió anteanoche en una prueba de fuerza entre Damasco y París por su influencia en Líbano.

Durante cinco horas, los miembros de los servicios secretos sirios registraron con minuciosidad el equipaje de las 12 personas autorizadas a abandonar Líbano.

De nada sirvieron las alegaciones del embajador francés, René Ala, que con su presencia garantizaba la inmunidad de los evacuados, a los que París ha concedido asilo político. Rodeado de sus guardaespaldas, Ala negoció por espacio de una hora con las fuerzas sirias sin lograr que desistieran en su intento.

"Daba la impresión de que los sirios quisieran dejar claro quién tiene el control aquí", manifestó a EL PAÍS una persona que tuvo acceso al recinto del aeropuerto. Respecto de los 150.000 dólares (unos 15 millones de pesetas) que, según un portavoz del Ministerio de Defensa, se encontraron en la maleta de una de las asiladas, el mismo interlocutor se mostró escéptico.

La evacuación se había retrasado casi siete horas, por discrepancias surgidas en el último momento sobre los integrantes de la lista acordada entre Ala, por un lado, y Haraui y el primer ministro Selim Hos, por otro. Según la agencia France Press, el pacto inicial autorizaba la salida de 16 personas, incluidos tres militares que hasta el momento no están reclamados por la justicia libanesa. En el último momento, al parecer fruto de la intervención siria, sólo las familias y los consejeros civiles pudieron abandonar el país.

Varios militares, cuyo número no ha sido precisado por la Embajada francesa en Beirut, permanecen en ese recinto junto a Aún y Abu Yamra a la espera de que las autoridades libanesas den el visto bueno a su partida hacia París. "Las conversaciones prosiguen con ese fin", dijo ayer un portavoz galo.

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