La solución fue Lewandowski
El delantero polaco firma la victoria en un partido en el que gira a favor de los barcelonistas en el segundo tiempo, más intensos y exigentes con el Alavés
Hay partidos que se explican con un gol, sobre todo cuando el autor es el Pichichi (18), de nombre Lewandowski. El tanto número 30 del polaco en la temporada fue una bendición para el Barça en su pesaroso partido con el Alavés. El delantero no falla ante el equipo de Vitoria y ya suma siete dianas en cuatro encuentros de Liga. Lewandowski fue la solución cuando la ansiedad podía a los azulgrana en una cita que solo admitía la victoria para acreditar su candidatura al título, después de alcanzar el liderato a partir de marcadores contundentes como el del Bernabéu (0-4) y perder la cabeza en las citas contra el Leganés, Las Palmas y el Getafe. La serie no tuvo continuidad con el Alavés porque los cambios de Flick mejoraron al equipo y habilitaron a Lewandowski.
A salvo del play-off en la Champions y a la espera de visitar Mestalla el jueves en la Copa, la Liga pasó a ser prioritaria para el Barça, y más después que resultado del Espanyol-Madrid, los dos rivales por excelencia de los azulgrana, jugara a su favor en el RCDE Stadium: 1-0. Así que no hubo rotaciones y Flick alineó a los titulares ante el Alavés. El técnico no quería ningún tipo de concesión por parte de un equipo poco fiable contra rivales que estaban mal situados en la clasificación y al que le gusta más comer que jugar -una victoria en los últimos cinco partidos- a las 14.00, un horario que favoreció la presencia de muchos niños en Montjuïc.
A sus 17 años, Lamine juega como si estuviera en el patio de la escuela o en el barrio de Rocafonda, alegre y divertido, imparable en una conducción con la izquierda en la que eliminó con sus regates a medio equipo del Alavés antes de pasar la pelota a Raphinha. El virtuosismo del extremo contrastaba con la combatividad de Gavi. La cabeza del volante, ya amonestado por una entrada a Tenaglia, chocó con la de Conechny en un balón dividido y ambos tuvieron que ser sustituidos, los dos conmocionados por el golpe, aunque Gavi se resistió al cambio, hasta que medió Flick. Las faltas e interrupciones se sucedían y el Barça no cogía el hilo a un encuentro disputado con el manual de instrucciones del Alavés.
Las frecuentes llegadas del equipo de Coudet se imponían a las malas salidas del Barcelona. El fútbol se localizó en cancha azulgrana y el recuerdo de la jugada inicial de Lamine pesaba mucho más que el juego discontinuo del Barça. No había ritmo ni fluidez y menos remates a la portería de Owono. No había un solo azulgrana que se sintiera cómodo en la cancha ante la desesperación del entrenador del Barça. Los azulgrana se sostenían en defensa por la línea del fuera de juego y no encontraban la manera de atacar al Alavés. El balón y el contrario quemaban a los barcelonistas, muy imprecisos y alejados del arco rival, sin más tiro en media hora que uno muy desviado de Lewandowski, muy encimado por los defensas del Alavés.
El polaco no estaba fino, tampoco acertaba Raphinha, había desaparecido Lamine y no apareció Pedri hasta el minuto 43 con un chut fácil para Owono. Los azulgrana estaban inmovilizados y desquiciados por el Alavés. Flick intervino en el descanso con dos cambios para agilizar el juego: Eric sustituyó a Araujo y De Jong a Casadó. El partido giró a favor de los barcelonistas, más intensos y exigentes con el Alavés, que empezó a ceder jugadas a balón parado ante la impaciencia de la hinchada de Montjuïc. Y a la salida de un córner llegó el gol de Lewandowski. Pedri recogió el rechazo, cambió hacia el costado derecho para Lamine y el remate cruzado del extremo fue embocado a un pie de la línea de gol por la zurda del Pichichi.
Pedri se arrimó más al campo contrario con De Jong, Eric limpiaba mejor la pelota que Araujo en la zona azulgrana y Lamine era más incisivo con la zaga del Alavés. El partido se convirtió en un ir y venir más a gusto aparentemente del Barça. El marcador era todavía muy incierto y por tanto cualquier error podía avalar la carga ofensiva de Coudet. La presión del Alavés iba en aumento y el Barcelona no lograba enhebrar el fútbol ni acabar una jugada a pesar del buen sostén que supuso la entrada de De Jong y de los excelentes cortes defensivos de Cubarsí. Los barcelonistas sufrieron un buen rato hasta el final de la contienda por la afrenta del Alavés. Coudet dispuso hasta tres delanteros mientras Flick sustituía a Lewandowski. El foco dejó de seguir al delantero centro para fijarse en el portero Szczesny.
Y el portero ejerció su veteranía y jerarquía, cumplidos ya los 34, sabedor de su titularidad por mandato de Flick. No hubo por una vez concesiones en el bando azulgrana, que llevaba seis encuentros encajando goles, y el equipo se situó a cuatro puntos del Madrid y a tres del Atlético en vigilias del derbi en el Bernabéu. A veces no hace falta golear -los barcelonistas suman 104 en 34 partidos- sino que basta con un solo tanto a la hora de partido para advertir de que quieren competir por la Liga. Necesitado de puntos por su posición de descenso, el Alavés demandó una versión más rigurosa y menos divertida del Barça. Un gatillazo hubiera sido disuasorio para la carrera del equipo de Flick, de manera que el 1-0 fue un alivio para el equipo y un éxito para Lewandowski.
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
RMA
|
49 | 22 | 15 | 4 | 3 |
2
ATM
|
48 | 22 | 14 | 6 | 2 |
3
BCN
|
45 | 22 | 14 | 3 | 5 |
4
ATH
|
40 | 21 | 11 | 7 | 3 |
5
VLL
|
37 | 22 | 10 | 7 | 5 |
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
16
LEG
|
23 | 22 | 5 | 8 | 9 |
17
ESP
|
23 | 22 | 6 | 5 | 11 |
18
ALA
|
21 | 22 | 5 | 6 | 11 |
19
VAL
|
19 | 22 | 4 | 7 | 11 |
20
VAD
|
15 | 22 | 4 | 3 | 15 |
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