Robert Lewandowski: compañero difícil, goleador impecable
El Barcelona necesita reencontrar la mejor versión del 9 que merma su poder en el área
Lewandowski no tiene memoria. Y, si la tiene, es el gol. Nadie lo sabe mejor que el Borussia Dortmund: el polaco le marcó 27 goles en 26 partidos, su rival preferido. Las dianas recibidas, sin embargo, no fueron lo más duro de digerir para los aficionados del Borussia. Después levantar dos Bundesliga (2011 y 2012), una Copa (2012), una Supercopa (2013) y de alcanzar la final de la Champions, con cuatro goles incluidos al Real Madrid en la semifinal (2013), Lewandowski se marchó de Dortmund en 2014 para irse gratis al Bayern. Hoy el Dortmund se vuelve a cruzar en el camino del polaco (21:00 horas, Movistar). Se angustia el muro amarillo, la famosa y ruidosa tribuna del Signal Iduna Park, de la misma manera que se ilusiona el Barça de Hansi Flick. Lo necesita.
“Necesitamos a Robert de la misma manera que él necesita al equipo. Es un jugador clave, siempre está en el lugar indicado en el área, tiene mucha calidad, pero el equipo también la tiene. Los dos se benefician de esta relación”, destaca Hansi Flick, que recupera para el duelo ante el Dortmund a Ronald Araujo. En el despertar de la temporada, un Barcelona tan sorprendente como arrollador, tan intenso como goleador, coincidía con la mejor versión del polaco. “Teníamos que construir el ambiente en el que el jugador pudiera rendir mejor”, presumía el técnico tras la goleada en el Bernabéu (0-4).
Pero la sonrisa del Barça se empezó a borrar en su visita al Reale Arena. También la de Lewandowski. Otro Barça; otro Lewandowski, más parecido al que se apagaba con Xavi que al que destacaba con Flick. El polaco que, hasta entonces, llevaba una media de 3,69 remates por duelo, regresó desde San Sebastián con cero disparos. Y desde aquel partido, su media de remates ha descendido hasta el 1,5. Y sus goles bajaron de una media de 1,19 a la de 0,67. “Tenemos que estar inspirados en ataque y en defensa. Y ser determinantes en las áreas”, apunta Iñaki Peña.
Un equipo para Lewy
El Barça sufre cuando Lewandowski se empequeñece en el área contraria: su fútbol está construido, principalmente, para explotar la mejor versión de su delantero. También lo sufre el vestuario. “No es el compañero más agradable cuando no marca”, subrayan en el vestuario. Hay otros, en cambio, que se quejan de la dosificación de sus esfuerzos: “Corremos por él”. Es justamente esta actitud del polaco la que había sido el detonante en el quiebre de la relación con Xavi. De hecho, Xavi había pedido su cabeza para continuar al frente del banquillo.
Joan Laporta descartó la opción del traspaso del 9 con la misma euforia con la que fichó a Hansi Flick. El hilo conductor de la historia: Pini Zahavi, representante de Lewandowski y Flick, amigo íntimo del presidente azulgrana.
La llegada de Flick renovó a Lewandowski. En la pretemporada, por ejemplo, buscó limar asperezas con Lamine. “Le mandó un par de mensajes”, explica una fuente del vestuario. “Al comienzo de mi estancia aquí, necesitaba comprender a la nueva generación: su forma de pensar y todo”, contó Lewandowski en una entrevista a The Athletic.
Nadie lo duda en el Barcelona: Lewandowski lo intentó. Sin embargo, la cordialidad se le apaga cuando desaparecen sus goles. Son en esos momentos cuando aparece la mano de Flick. “Todos los jugadores lo aprecian porque si alguien es completamente honesto contigo, entonces puedes entender mejor sus decisiones”, explica el delantero. Cuando observó que su 9 andaba tan cansado como desenfocado, sobre todo frente a Las Palmas. El polaco descansó ante le Mallorca. “Ha jugado muchos minutos y es necesario que descanse”, explicó Flick la suplencia del polaco antes de enfrentar al Betis, duelo en el que también fue reemplazado cuando el resultado final todavía se estaba por escribir.
El Barça necesita a Lewandowski. Y Lewandowski, compañero difícil, artillero impecable, necesita recuperar la memoria. Su única memoria: la del gol. Pocas casas mejores, entonces, que la del Dortmund.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.