Desaparece la separación racial en los lugares de esparcimiento en Suráfrica
La abolición de las leyes surafricanas mediante las cuales se establecía un sistema de segregación racial en lugares públicos tales como bibliotecas o piscinas entró ayer en vigor. No obstante, este paso adelante para terminar con el apartheid tiene su otra cara de la moneda en una previsible reacción contraria de los grupos ultraderechistas, que buscarán subterfugios legales para impedir su entrada en vigor.
La ley de segregación racial en los lugares públicos, basada en la Reservation of Separation Amenities Act (que legisla la reserva de lugares de esparcimiento separados), de 1953, era uno de los cuatro pilares sobre los que se sustentaba el apartheid en Suráfrica y el primero en ser abolido por el presidente, Frederik de Klerk.Pero la aplicación oficial de esta abolición puede resultar papel mojado en las grandes ciudades controladas por el Partido Conservador surafricano, que se ha acogido a una normativa legal del Gobierno central, según la cual las autoridades de esas ciudades -blancas y ultraconservadoras- tienen la facultad de declarar "indeseables" a quien les plazca o bien determinar con absoluta libertad las tarifas que debe pagar cada persona que quiere acceder a servicios comunes.
Por otra parte, Nelson Mandela, principal figura del anti-apartheid, que se encuentra de visita oficial en India, declaró ayer que por el momento es "necesario mantener las sanciones económicas contra el régimen surafricano".
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