Iguales sólo ante la ley
La cooficialidad no ha conseguido equiparar el uso del vascuence al castellano
El Estatuto de Gernika igualó el tratamiento legal del vascuence y del castellano, separados en el uso cotidiano por un abismo. Las emisiones de Euskal Telebista, la enseñanza bilingüe, el crecimiento editorial y la presencia del euskera en la Administración autónoma son signos del avance en la normalización; pero después de 11 años de cooficialidad, el castellano sigue ocupando una posición hegemónica en la mayor parte del País Vasco. Los partidos han aproximado posiciones sobre la euskaldunización (la recuperación del uso de la lengua ancestral), pero no lo suficiente para aprobar la ley de reordenación de la escuela vasca, prevista en el pacto de coalición entre PNV y PSOE.
El modelo bilingüe es defendido por la mayoría en una comunidad donde sólo una cuarta parte de los ciudadanos conoce el euskera, pero siguen aflorando acusaciones de discriminación e imposición lingüística.Mondragón o Arrasate -depende del idioma que utilice el hablante- reproduce a escala la conflictividad generada por los intentos de recuperación. Los concejales socialistas acusan al Ayuntamiento de esta localidad guipuzcoana de 26.000 habitantes de discriminar a los vecinos desconocedores del vascuence por utilizarlo exclusivamente en las reuniones y en la documentación municipales. Quienes deseen recibir los escritos municipales en castellano deben solicitarlo. En Mondragón, más del 47% de la población ignora el euskera.
Las denuncias socialistas son para el alcalde de Mondragón, Xabier Zubizarreta, de Herri Batasuna, una manipulación, según afirma en un comunicado de respuesta que es un paradigma de las diferencias de criterios ante el bilingüismo. "El partido socialista no desea, dígase claro", afirma Zubizarreta, "el desarrollo del euskera y la normalización lingüística de este país".
En una veintena de ayuntamientos vizcaínos y guipuzcoanos presididos por Herri Batasuna, los acuerdos para constituirse en comunidades monolingües han sido recurridos por los gobernadores civiles ante los tribunales por entender que vulneran las leyes. Aunque entre las corporaciones que esperan el fallo judicial se encuentran localidades como Ondárroa (Vizcaya) y Getaria (Guipúzcoa), en su mayoría son pueblos de menos de 1.000 habitantes donde más del 80% de los vecinos son vascohablantes.
Los ciudadanos bilingües, capaces de desenvolverse en ambas lenguas, representan el 24% de la población; el 17% no llega a dominar el vascuence, y el 58% sólo puede comunicarse en castellano. En los últimos cinco años se calcula que unos 5.000 adultos engrosan anualmente el censo de vascohablantes. El aprendizaje en la escuela ofrece datos más positivos: más de la mitad de los cerca de 300.000 alumnos matriculados en EGB y preescolar cursan sus estudios en euskera o en el modelo bilingüe.
Escuela pública
Junto a los ayuntamientos, el sistema educativo ha sido el escenario de las discrepancias. El Gobierno de coalición ha llegado al fin de la legislatura sin cumplir el compromiso de aprobar la reordenación de la escuela pública vasca e integrar las ikastolas (escuelas en lengua vasca). Después de superar múltiples disensiones socialistas y peneuvistas rubricaron un acuerdo a tan sólo dos meses de las elecciones, sin posibilidad de llegar ya al Parlamento, del que el PNV se desmarcó públicamente poco después. Entre otras diferencias, los nacionalistas quieren un nivel más elevado de euskaldunización del profesorado.
"La sociedad vasca es favorable a la educación en euskera, y acepta que debe ejercerse una presión en este terreno", reconoce el consejero de Educación, el socialista José Ramón Recalde. "Pero el político", añade, "debe tener prudencia para que no se entienda como una imposición. El derecho a la comunicación en euskera hay que conquistarlo poco a poco. Si se plantea desde la amenaza, se convierte en incomunicación".
Los partidos concuerdan en que el euskera es un elemento de integración, pero no coinciden al evaluar el camino recorrido. Para el Partido Nacionalista Vasco, el avance permite ser optimista. "La sociedad ha conseguido que el euskera sea un factor de integración", opina Txomin Aurrekoetxea, parlamentarío y miembro de la ejecutiva. "Hoy existe en el País Vasco una profunda adhesión hacia el aprendizaje y la utilización del euskera que ha sido posible por que no se ha impuesto". Aurre koetxea observa una progresiva disminución en las reticencias de los grupos no nacionalistas.
Más realista se muestra Recalde al describir la situación "El esfuerzo realizado en la Administración y la educación ha sido muy grande. El aprendizaje ha crecido, pero la utilización de la lengua no avanza", dice. El consejero socialista aprecia en los conflictos lingüísticos "factores de irracionalidad que van en perjuicio del euskera".
Monolingüismo
En las filas de Herri Batasuna prefieren hablar de bilingüismo "sólo en el aspecto de una progresiva normalización", explica el escritor José Agustín Arrieta, responsable de este tema en la Mesa Nacional. "Nuestro objetivo es el monolingüismo social euskaldúri". En el modelo de HB, la utilización de otras lenguas distintas al euskera se limita a "un derecho individual de los ciudadanos vascos".
"El mismo concepto de bilingüismo es equívoco", según Arrieta. "Los partidos nacionalistas españoles, el Partido Popular, el CDS y el PSOE, intentan mantener la situación actual, un bilingüismo residual y unilateral, en el que el castellano es imprescindible y el euskera opcional. El PNV, Euskadiko Ezkerra y Eusko Alkartasuna utilizan un concepto de bilingüismo social equilibrado. Quieren una recuperación funcional del idioma, pero sin que supere el nivel individual".
Las previsiones de Herri Batasuna apuntan hacia el fracaso del modelo implantado en Euskadi. "Está demostrado que cuando en una comunidad existen dos lenguas, una está de sobra y acaba por desaparecer". Para Arrieta, el consenso entre los partidos vascos en materia lingüística "es paralelo al proceso de descalificación y aislamiento de HB". "El pacto de Ajuria Enea ha llegado al euskera", indica Arrieta. "Responde a una voluntad política generada por el PSOE con el objetivo de desautorizar a HB".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.