Los conservadores reafirman su mayoría absoluta en Baviera
Subidos en la ola del canciller Kohl, sus socios bávaros de la Unión Social Cristiana (CSU), consiguieron ayer superar sin traumas la ausencia, por primera vez, del hombre que en sí mismo era la personificación de Baviera, Franz-Joseph Strauss, fallecido hace dos años, y mantuvieron la mayoría absoluta en Baviera sin perder prácticamente ni un solo voto. El fracaso, de nuevo, ha sido para la socialdemocracia, que ha descendido incluso tres puntos, situándose en el 26,4%.La vieja dama de los liberales bávaros, Hildegard Hamm-Brücher, no podía esconder ayer su nerviosismo según empezaban a aparecer los resultados parciales, y su partido, el FDP, se paseaba por la línea del 5%. A medianoche, con el 75% de los votos, el FDP se quedaba en un 4,85%, y mantenía aún las esperanzas de poder dar por finalizada la larga travesía del desierto que empezó en 1978, cuando quedó fuera del parlamento.
Otro tanto les sucedía a los Repubilkaner, que se colocaban en un 4,9%. La amenaza que hace tan solo un año representaba la extrema derecha del antiguo oficial de las SS Franz Schanhuber, cuando consiguió un 15% en las elecciones al parlamento europeo, ha quedado reducida a la mínima expresión, aunque los reps tenían ayer noche esperanzas de estar representados en el parlamento. Los Verdes pierden más de un punto y se mantienen sobre el 5%.
Nubarrones
Max Streibl, el ministro presidente de Baviera, deberá darle las gracias al presidente del partido, el ministro de Hacienda de Bonn, Theo Waigel. Su presencia junto al canciller Kohl en los grandes momentos históricos de la unificación alemana, en especial la fotografía junto al canciller y el presidente soviético Mijaíl Gorbachov en el Caúcaso, cuando se acordó la factura de la unificación y el Kremlin levantó la última barrera, le ha convertido en el sucesor definitivo de Strauss, por encima de Streibl.
Sin embargo, la CSU no puede esconder que sobre su futuro autónomo penden gruesos nubarrones. El fracaso de su. intento de salir de Baviera y extenderse en Sajonia y Turingia, consumado ayer por los pobres resultados de la DSU -el partido que se inventaron para este cometido- en los nuevos cinco landers alemanes, obligará a la cúpula de Munich a replantearse su relación con el gran partido democristiano alemán, la CDU de Kohl.
El presidente de la CSU y ministro de Hacienda, Theo Waigel, ya se apresuró ayer en televisión a anunciar, en presencia del propio canciller Kohl, que su partido se limitaría en el futuro a Baviera y olvidaría sus veleidades expansionistas. Waigel, que se desmarcó claramente del fracaso de la DSU en los nuevos Estados alemanes, considera que su presencia en el mayor land aleman es más que suficiente para seguir existiendo autónomamente de la CDU.
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