_
_
_
_
EL CONFLICTO DE ORIENTE PRÓXIMO

La plegaria del viernes terminó pacíficamente en Jerusalén

Ángeles Espinosa

ENVIADA ESPECIAL Con gritos de "Alá akbar" ("Dios es el más grande") y eslóganes nacionalistas terminó ayer, de forma pacífica, la plegaria de mediodía en la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén. La policía israelí había limitado de antemano el acceso de los musulmanes a la explanada para evitar disturbios. Como resultado, las fuerzas de seguridad y los periodistas desplazados a la entrada del recinto casi superaban en número a los fieles. Alrededor de un millón de palestinos continuaban ayer bajo el toque de queda en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza.

Más información
¿Por que gritaron las mujeres?

La oración del viernes es la más importante de la semana, y hasta 15.000 personas suelen congregarse con ese motivo en Haram al Charif, la explanada que rodea las mezquitas de Al Aqsa y el Domo de la Roca. Sin embargo, el temor a que se produjeran incidentes en protesta por la muerte de 21 palestinos el pasado lunes llevó una vez más a la policía a impedir el acceso a los jóvenes. Según algunas fuentes, sólo los mayores de 50 años pudieron pa sar sin problemas al tercer lugar sagrado de los musulmanes.Numerosa vigilancia

Todas las puertas de la ciudad vieja de Jerusalén estaban fuertemente vigiladas por patrullas del Ejército y unidades paramilitares. Algunos soldados hacían guardia sobre las murallas que rodean el recinto, atentos al menor movimiento sospechoso.

En las inmediaciones del Monte del Templo, como denominan los judíos al lugar donde están enclavadas las mezquitas, se había reforzado la presenciade efectivos antidisturbios. Hasta tres controles era preciso superar antes de llegar a la entrada de la explanada, a la que, como es habitual durante la oración, no tuvieron acceso los periodistas. Concluida la plegaria, y tras unos instantes de silencio, los asistentes iniciaron la salida del recinto con tranquilidad, en pequeños grupos. De inmediato, los soldados y los policías que se encontraban en lo alto de la muralla que rodea la explanada dejaron sus charlas, se enfundaron los chalecos antibalas que poco antes permanecían en el suelo y tomaron posiciones.

Para entonces, los fieles que aún permanecían a las puertas de Al Aqsa ya habían empezado a invocar a Dios y a proferir la profesión de fe de los musulmanes: "No hay más dios que Dios, y Mahoma es su profeta".

Desde el vecino Domo de la Roca, las mujeres respondieron con idénticas palabras, mientras comenzaban a dar vueltas a la emblemática mezquita. De negro o con los coloristas vestidos palestinos, pero todas tocadas por un pañuelo blanco, competían en el entusiasmo de sus gritos con los varones.

A los eslógane s religiosos siguieron otros nacionalistas, hasta que los asistentes se dispersaron sin mayores incidentes.

Poco antes, un pequeño grupo de judíos se había manifestado en las proximidades del Muro de las Lamentaciones, en uno de los laterales de la explanada de las mezquitas. Portaban carteles con inscripciones en hebreo y en inglés en las que acusaban a los palestinos de apedrearles mientras rezaban.

El ambientes se puso tenso, y hacia las 12.30, cuando concluyó el rezo de los musulmanes, apenas había media docena de atrevidos turistas frente al Muro. Los judíos habían pasado toda la noche anterior bailando en ese lugar para celebrar el comienzo de su año nuevo litúrgico.

[La tranquilidad en Jerusalén -solo hubo algún incidente aislado de un pequeño grupo de jóvenes que atacó a la policía Israelí y que fue rápidamente dispersado con mangeras de agua-, no tuvo correlación en los territorios ocupados. Un joven murió ayer po los disparos israelíes, durante un enfrentamiento en la localidad cisjordana de Tubas. La víctima era un palestino que recientement había sido puesto en libertad, después de haber sido condenado por su participacion en la Intifáda, informa la agencia Efe].

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_