La Comunidad Europea cede el control del mercado del arte a los ministros de Cultura
La Comunidad Europea ha decidido ceder el control del mercado del arte y del patrimonio nacional de los países miembros a los ministros de Cultura. La tesis de un patrimonio cultural europeo ha perdido la batalla en favor de la defensa de los patrimonios nacionales, definidos por cada país y con una movilidad dentro y fuera de la Comunidad de los Doce muy controlada. La libre circulación de mercancías que desde el 1 de enero de 1993 Imperará en Europa tendrá una excepción: el mercado del arte. El consejo de mercado interior, en su reunión de ayer en Luxemburgo, se inclinó a favor del criterio nacional a la hora de definir los patrimonios históricoartísticos. La incompatibilidad entre la libre circulación y el concepto nacional del patrimonio artístico quedará soslayada en dos campos. Por un lado, los ministros de Cultura reciben el mandato de definir qué entienden exactamente por patrimonio artístico nacional. Una vez definido, el consejo de mercado interior acotará cómo deben controlarse estos bienes.
Aunque todavía no hay una propuesta específica de la Comunidad Europea, el secretario de Estado español para las Comunidades Europeas, Pedro Solbes, aseguró ayer que van ganando fuerza las tesis de los países del Sur y, en concreto, la propuesta española de emitir un "certificado de libre circulación". Este certificado permitiría, con la aprobación explícita de los Gobiernos nacionales, el comercio de obras de arte entre los países comunitarios. El comercio entre la Comunidad y terceros países, sin embargo, sí deberá contar con el respaldo de una legislación común en la Comunidad Europea.
El consenso en esta filosofía general no ha impedido que subsistan discrepancias sobre la liberalización del mercado de obras de arte cuando el precio de éstas se sitúe por debajo de un determinado mínimo. La historia de los países comunitarios y su capacidad económica en la actualidad está detrás de estas discrepancias.
El patrimonio artístico de los países del Sur, como España, Italia y Grecia, es mucho más abundante que el de los países del Norte y está, en cambio, mucho menos controlado. Esta mayor abundancia de patrimonio artístico viene acompañada de una menor capacidad económica, junto con una estructura de protección del arte privado, a través de fundaciones, mucho más débil.
Los ministros de Cultura de cada país miembro de la Comunidad Europea retomarán la próxima semana en Roma esta discusión durante el consejo informal que está previsto se celebre los días 17 y 18.
