El Ministerio de Exteriores pide ayuda para localizar en Liberia al canciller de la Embajada de España
Los responsables de la diplomacia española no ocultaban ayer su preocupación por la suerte de Moling, después de que el martes por la tarde recibiesen, a través de periodistas que viajaron de Senegal a Liberia, la noticia del saqueo de la cancillería y de la residencia del embajador de España, en la que se hospedaba este administrativo español.Molins pidió permanecer voluntariamente en el país, cuando la insostenible situación en Monrovia incitó a Exteriores a organizar, a mediados de agosto, la evacuación delembajador de España, Manuel Luna, y de los miembros de la colonia española que aún permanecían allí.
El canciller alegó que su presencia permitiría proteger a la treintena de refugiados de la etnia krhan que intentaban librarse así de las matanzas contra su tribu del dirigente del Frente Patriótico, Charles Taylor. La cancillería y la residencia están en una zona en manos de esta guerrilla.
Sólo Luna se atrevió ayer a hacer un pronóstico moderadamente optimista sobre la suerte de Molins al declarar a la emisota de radio Antena 3 que no creía que "le hayan hecho algo serio", y en otras conversaciones opinó que su desparpajo y su don de gentes le podían haber salvado la vida.
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