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Entrevista:

"Estamos sentados sobre un barril de polvora"

"He visto mucho pesimismo y existen muchas posibilidades de que esto acabe en conflicto armado", afirma Abel Matutes al hacer balance de su semana de contactos políticos en Naciones Unidas. El comisario reponsable de las relaciones de la CE con los países del Golfo opina que la guerra, si se produce, durará una o pocas semanas y los daños materiales podrían corregirse en días". Sin embargo, subraya que la CE buscará hasta el final una solución diplomática.Pregunta. ¿Cuál es la impresión general sobre el posible fin de la crisis del Golfo?

Respuesta. La coincidencia general es el pesimismo, y por eso varios países proponen que la ONU contemple la posibilidad de autorizar intervenciones militares. Las declaraciones recientes de Sadam se refieren a las propuestas de Mitterrand, pero no hace nada por aceptarlas porque no renuncia a la anexión de Kuwait. La intervención de Bush el lunes permite, sin embargo, mantener una mínima esperanza de solución diplomática.

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P. ¿Cabe hacer algún tipo de concesiones a Irak, al menos para que Sadam pueda salvar la cara?

R. Todo lo que no sea la retirada total, la liberación de los rehenes y el cumplimiento estricto de las resoluciones de la ONU no tiene posibilidad de prosperar. Cualquier compromiso distinto abriría una brecha en la unanimidad internacional conseguida y un paso atrás grave.

P. Pero Sadam Husein parece contar con algún aliado árabe

R. No hay ningún país árabe que no haya condenado la invasión de Kuwait. Otra cosa es la capacidad de Sadam para influir en alguno de sus vecinos.

P. ¿La guerra, si se produce, sería larga?

R. La impresión que se decanta es que se trata de un conflicto que en teoría debería concluir en una o pocas semanas. .

"No hay escasez de crudo"

P. ¿ Y los efectos económicos?

R. El mercado no tiene razones objetivas para subir en flecha los precios. No existe escasez real de petróleo; lo que hay es temor a que ésta pueda producirse. En caso de conflicto, Sadam no dispone de los medios técnicos y bélicos necesarios para destruir los pozos, salvo, claro está, los de Kuwait o los de su propio país, Irak. Acaso puede dañar oleoductos e instalaciones, que pueden repararse en días. A corto plazo, no hay que descartar que los precios bajen a 20 dólares por barril. Más allá no sería deseable para no plantear otros problemas.

P. Estados Unidos anunció que su dispositivo no estaría completo hasta mediados de noviembre. Éso da un margen.

R. Tengo entendido que ya dispone de medios. suficientes para atacar, aunque las condiciones, por el calor, no sean las mejores.

P. ¿Y el detonante, cuál puede ser?

R. En estos momentos, cualquier chispita, el más mínimo incidente, puede bastar. Además, da la impresión de que Sadam no tiene el control de su gente. Tenemos serias dudas de que hubiera dado órdenes de entrar en la Embajada francesa. En todo caso, la hipótesis de una guerra sigue siendo la peor; por eso continuamos apostando por una solución diplomática.

P. ¿La crisis provocada por Irak tiene algún lado positivo?

R. De momento, ha servido para crear un nuevo clima en las relaciones internacionales. Nunca se ha visto tal unanimidad y jamás un líder ha estado tan aislado como Sadam. No sólo se ha alejado el peligro de una confrontación mundial, sino que la crisis de Irak ofrece una nueva perspectiva para solucionar los conflictos regionales, que también eran un reflejo del enfrentamiento entre bloquels.

P. ¿Y qué cosas han cambiado en el mundo árabe?

R. Se ha producido un replanteamiento de papeles. El fénómeno interárabe en marcha se refleja en que países como Siria e Irán han afrontado sus obligaciones y hecho gala de su respeto a las resoluciones de Naciones Unidas. Eso ha producido una mejora de sus relaciones con la CE. Con el ministro de Exteriores sirio hablé en Nueva York de la propuesta para desbloquear los protocolos financieros y normalizar relaciones. La prevención británica no se ha superado del todo, pero el Reino Unido admite la reanudación de la ayuda.

P. ¿Y con Irán?

R. Asistí con la troika a un encuentro con el ministro de Exteriores iraní. Fue una reunión constructiva en la que quedó clara la voluntad de ambas partes de normalizar las relaciones a medida que los obstáculos se vayan superando.

P. El caso Rushdie será uno de los problemas.

R. Es evidente.

El embargo

P. ¿Cree que la CE ha reaccionado con eficacia?

R. Y también con prontitud. Nos adelantamos a todos y en menos de 24 horas teníamos en vigor el embargo contra Irak decretado el pasado 6 de agosto por Naciones Unidas. Dimos la señal que había que dar porque no se evita la guerra con simples declaraciones pacíficas. La aplicación a rajatabla del embargo es la única alternativa para presionar a Sadam y conseguir una solución diplomática al conficito. Además, hemos contribuido a sacar 300.000 refugiados y nuestra ayuda alimentaria ha permitido alimentar a otros 400.000 durante un mes. Ahora hemos contribuido con 2.000 millones de dólares a un plan de ayuda de más de 9.000 millones para los tres países más afectados: Egipto, Jordania y Turquía. Y a pesar del contencioso greco-turco la CE ha actuado con unanimidad.

P. La ayuda a Jordania está en el aire por su actitud ambigua respecto a Irak

R.La Comunidad la mantiene porque estamos convencidos de que es importante tener a Jordania alineada, especialmente para hacer efectivo el embargo.

P. La CE ha propuesto también una solución pacífica y global para toda la región.

R. Ahora la coincidencia es total en que no hay que mezclar las cosas, sobre todo porque la invasión de Kuwait no ha favorecido a la causa palestina, sino todo lo contrario. Pero, resuelto este conficito, habrá que abordar la solución de otros problemas, muy particularmente el de Líbano y el de Israel y los territorios ocupados. La Comunidad va a jugar un papel lo más activo posible. Vamos a intentar relanzar el diálogo euro-árabe y servir de catalizadores de una mayor ayuda de los países árabes ricos a las naciones árabes pobres.

P. ¿Tiene algún proyecto concreto?

R. Estoy elaborando una propuesta para presentar al Consejo de Ministros comunitario sobre un fondo euro-árabe. Nuestra capacidad financiera es limitada, pero podemos aportar la gestión y el control para el reciclaje de fondos del petóleo en inversiones productivas.

P. ¿Quién financiaría el gruelso del plan y cómo?

R. Estamos en conversaciones con Arabia Saudí y los emiratos del Golfo, y están plenamente de acuerdo. Se trataría de movilizar miles de millones de dólares al año. El mecanismo es facilitar créditos a 40 años y al 1% de interés. El objetivo es mejorar el clima y atacar las causas del conflicto por la vía del desarrollo económico y social. La idea es un fondo euro-árabe, pero no excluimos a nadie de participar en él.

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