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NACE LA NUEVA ALEMANIA

La Embajada de la RDA cierra sus puertas

Los documentos que a lo largo de su historia almacenó la hoy desaparecida embajada de la República Democrática Alemana (RDA) en España deben reposar ahora en algún almacén del Ministerio de Asuntos Exteriores de la antigua Alemania del Este, según Guido Brunner, que anoche se convirtió en el primer embajador de la Alemania unificada. "Nosotros no hemos intervenido en el traslado; no queremos saber qué hay en esos documentos, y creemos que forman parte de un periodo. de la vida de Alemania al que sólo deben volver, dentro de algún tiempo, los historiadores".La sede de la embajada de la RDA era un local alquilado de la capital de España. "El contrato ha sido cancelado y ahora ya pertenece de nuevo a sus propietarios", señaló el embajador alemán, quien desde octubre del pasado año preparaba esta transición ahora finalizada con su colega de la RDA.

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"Almorzábamos juntos, a solas, desde entonces; desde aquella fecha tuvimos encuentros personales frecuentes. Incluso traté de hallarle-empleo en alguna de las empresas alemanas basadas en España, porque es un hombre que habla varios idiomas, entre ellos el español y el ruso. Ahora ,está en Berlín, y cuando estuve allí en julio le invité a comer, siguiendo la tradición que habíamos abierto en Madrid".

Todos los funcionarios y empleados alemanes de la Embajada de la RDA en Madrid, empezando por el embajador, Harry Spindler, han regresado o están a punto de hacerlo a su país, y para todos aquellos cuya edad -supere los 35 años el porvenir consistirá en perder el trabajo o, en el mejor de los casos, en acceder a la jubilación - anticipada.

"Sólo los jóvenes diplomáticos", afirma H. Rode, agregado de prensa de la Embajada de la RFA en Madrid, "serán recuperados para la carrera, pero antes tendrán que seguir unas clases para reconvertirse y aprender a trabajar con otros métodos y otra óptica". Tan sólo el 25% de los actuales 18.000 funcionarios alemanes orientales -otros 12.000 ya han perdido `su empleo- seguirá trabajando para el Estado alemán, según se anunció oficialmente.

Profunda depresión

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La mayoría de los diplomáticos de la RDA, tanto en Madrid como otras capitales, son profundamente pesimistas sobre su futuro. "Muchos se han sumido ya en una profunda depresión. Hemos presentado nuestra solicitud para ser admitidos en el cuerpo diplomático [de la Alemania unida], pero considero casi nulas nuestras posibilidades", señala' uno de los diplomáticos que estos días abondonarán Madrid. "Amigos míos en el cuerpo están trabajando de mozos en supermercados en Berlín. Ninguno podremos mantener nuestro nivel de vida previo. Pero ya no se trata de esto, ahora hay que encontrar cualquier empleo para mantener a la familia".

Miembros del Partido Socialista Unificado (SED) en su inmensa mayoría, todos los ex diplomáticos son en principio sospechosos de deslealtad al nuevo Estado y sólo aquellos que puedan ofrecer conocimientos y experiencias de gran interés para el gobierno de Bonn tienen alguna posibilidad de mantener sus cargos. Son al parecer hasta ahora unos cien de los cerca de tres mi llares de miembros del cuerpo. Los últimos en abandonar sus destinos se incorporarán en los próximos días a la gran masa que ya acude regularmente a las oficinas de empleo en el Este de la nueva Alemania unida.

El proceso de unificación ha convertido en damnificados a estos funcionarios del fenecido Estado, cuyos privilegios no iban más allá de la mera condición de residente en el exterior.

Los locales alquilados en Madrid por la RDA para cancillería, en la calle de Prieto Ureña, y para residencia, en la de Alfonso XIII, serán devueltos a sus propietarios; los archivos de la ex Embajada están siendo trasladados a Berlín, y, por último, los libros y las películas que componían su fondo cultural irán a parar, según Rode, "a la basura si carecen de valor, y si lo tienen, al Instituto Goethe", el centro cultural alemán. La delegación de la RDA en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) que se desarrolla en Mallorca también desaparece. A partir de hoy, la CSCE pasa a tener 34 Estados miembros.

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