La instalación de un órgano de 5.700 tubos culmina las obras del Auditorio Nacional
El especialista Gerhard Grenzingha construido uno de los instrumentos más grandes del mundo
Dieciocho toneladas, 12 metros de altura, 5.700 tubos y más de 25.000 horas empleadas en el proyecto, la construcción y la armonización son algunos datos significativos de¡ gran órgano instalado en la sala sinfónica del Auditorio Nacional, en Madrid Su autor, el organero alemán Gerbard Grenzing, realiza con éste su instrumento número 61. En la sala de cámara se ha proyectado otro de reducidas dimensiones, obra del barcelonés Gabriel Blancafort. El perfil arquitectónico y acústico de las salas de] Auditorio queda así cerrado. El próximo 9 de enero se celebrará el primer concierto de un ciclo especial de presentación pública.
Durante una conferencia de prensa, ayer, para enseñar los nuevos instrumentos, grupos de 12 personas se introdujeron en el interior del órgano instalado en la sala sinfónica, en un viaje fantástico de tres pisos por tubos, fuelles, portavientos y otros sonoros elementos.Algunos datos dan idea de la complejidad de un proyecto de esta envergadura: aleación de estaño y plomo para los tubos (caños) de fachada y juegos principales; madera de abeto, castaño y nogal para los graves y el flautado de madera; madera de oregón, fresno y pino de Soria para los secretos; de roble para los tres muebles; 15 metros cuadrados de piel de cordero para los fuelles y 1.100 metros de varillaje de cedro para las transmisiones mecánicas.
El tubo más grande mide 5,5 metros y pesa 60 kilos; el más pequeño 19 centímetros y 15 gramos. Tiene cuatro teclados, más un pedal, 71 registros, dos de ellos partidos, más 11 acoplamientos y dos trémolos.
El gran órgano, uno de los mayores del mundo, tiene un presupuesto oficial de 84 millones de pesetas, y el pequeño de 16 millones ' aunque la primera de las cifras aumentará, según información del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), del Ministerio de Cultura, ya que existe el proyecto de contribuir una consola de teclados independiente, unida al cuerpo central del órgano mediante fibra óptica.
El instrumento de la sala grande, de cinco cuerpos diferenciados entre sí, cuatro de ellos representados en la fachada, cumplirán la doble función de solista y de acompañamiento, con el fin de que en él se pueda interpretar la mayor parte de la literatura organística .Gerhard Grenzing ha tratado de sintetizar en el instrumento que ha fabricado las tradiciones del clasicismo centroeuropeo, del romanticismo, de la rica tradición organera de España, y de la vanguardia. Tras las diversas pruebas, con la sala vacía y llena, dice sobre la acústica: "Es correcta; una sala de conciertos nunca es ideal para un órgano".
Una iglesia gótica
Lo ideal sería una iglesia gótica o barroca de cuatro a cinco segundos de reverberación, según Grenzing, quien, no obstante, mostró ayer su alegría por la instalación de los dos órganos. Espera que este hecho sea considerado histórico en su entorno profesional, puesto que, en su opinión, "que en una sala grande haya un órgano y también en la contigua como una fiesta mayor para los que amamos este instrumento".Grenzing dijo haber actuado con libertad en la construcción, lo que le ha llevado a un mayor compromiso personal en el proceso. '"Técnicamente ya está casi acabado", dijo. "Ahora estamos en la fase de la armonización, que consiste en darle voz a los tubos, ajustándolos a las condiciones del recinto dentro del color, del juego que les vayamos a dar en el conjunto del instrumento". En dos o tres semanas se instalará la trompetería horizontaI, o enchamada, característica de la tradición organística española, informó Grenzing.
Hasta llegar al momento de armonización hay que remontarse a finales de 1987, fecha en la que el INAEM encargó a Grenzing y Blancafort la construcción de los órganos. Siguieron dos años y medio de trabajo en los talleres, culminados el pasado julio con el inicio de las obras de montaje. Adolfo Marsillach,director general del INAEM, se mostró ayer satisfecho de que, se complete la dotación del Auditorio Nacional de Música.
Gerbard Grenzing nacido en lnstenburg (Alemazia) ea 194k se dedica desde 1969 a la restauración y estudio de los órganos En 19?3 instaló, su taller de construcción en, El Papiol (Barcelona). Ha reparado órganos históricos en distintos lugares de Europa. El órgano del Auditorio Nacional es se obra número 100, tras 27 restauraciones, 12 reconstrucciones y 60 órganos nuevos. Su equipo consta de once colaboradores.
El ciclo de órgano programado a partir del 9 de enero para el público será iniciado por Montserrat Torrent. Otros organistas que intervendrán, -y que ofrecerán una selección del repertorio organístico, son Simon Preston, Michael Radulescu, José Manuel Azcue y Adalberto Martínez Solaesa.
Babelia
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