Los patriarcas de Jerusalén y Babilonia, con Irak
El patriarca latino de Jerusalén, Michel Sabbah, palestino, y el patriarca caldeo de Babilonia, Raphael I Bidawid, que cuenta en Bagdad con 400.000 fieles católicos, han condenado sin medias tintas la presencia en el Golfo de fuerzas norteamericanas y occidentales en general y calificado ese despliegue como "nuevo colonialismo y nueva cruzada". Estas manifestaciones fueron realizadas durante un encuentro ecuménico celebrado en la ciudad italiana de Bari.
El encuentro, patrocinado por el Papa Juan Pablo II, ha sido organizado por la dinámica comunidad católica de San Egidio de Roma, bajo el título Un mar de paz entre Oriente y Occidente.La reunión de diálogo y de oración que ha congregado a relevantes personalidades religiosas de primera fila de las tres religiones monoteístas mulsumanes, judíos y cristianos- había sido convocada antes de que estallase la crisis del Golfo, casi en sordina, pero ha acabado suscitando la atención de medios políticos y de la prensa.
El encuentro ecuménico se acabó tiñendo repentinamente con tonos políticos hasta el punto de que el jefe del Gobierno, Giulio Andreotti -Italia preside la Comunidad Europea hasta fin de año-, abandonó durante unas horas el debate sobre la Mafia en el Parlamento y voló para encontrarse con los patriarcas orientales con el fin de estudiar con ellos una posible solución a la crisis.
Sadam Husein había enviado un mensaje a Andreotti a través del patriarca Bidawid, quien en los próximos días volverá a encontrarse en Roma con el jefe del Gobierno italiano para seguir las conversaciones.
Bidawid, que tiene 68 años, fue nombrado patriarca caldeo de Babilonia por el papa Juan Pablo II el 23 de mayo del año pasado y pasará todo el mes de octubre en el Vaticano para asistir al sínodo que, presidido por el papa Wojtyla, va a desarrollar el tema del sacerdocio.
El patriarca oriental ha hecho en Bari -y ante Andreotti- una defensa abierta de Sadam Husein: "No es, como se presenta en Occidente, esa bestia feroz que quiere devorar a la gente", ha dicho, "es una persona de bien, lógica, con quien, de buenos modos, se puede dialogar para buscar una solución".
Bidawid ha explicado que habló personalmente con el presidente iraquí antes de viajar a Italia y que por eso sabe muy bien lo que piensa y quiere. A un interlocutor que le recordó la matanza de los kurdos, el patriarca respondió: "Desde este punto de vista, ningún Gobierno es un ángel. A la guerre, comme à la guerre. Cuando se hace la guerra, se hace la guerra. Yo estaba en Italia cuando las tropas norteamericanas liberaron este país en la II Guerra Mundial: distribuían caramelos pero violaban a vuestras mujeres. Violaron también, a 18 monjas que dejaron hijos bastardos en Nápoles. ¿Acaso no es inhumano el embargo [de Irak]? ¿No es inhumano dejar sin leche y medicinas a viejos y niños inocentes? Por eso nosotros, los cristianos, pedimos que se retiren los norteamericanos".
Solución militar
El patriarca reconoció que "tampoco la guerra resuelve nada" y añadió: "Tengo la impresión de que Occidente no conoce a los árabes, a quienes las amenazas no les dan miedo. Son capaces de morir todos para defender su propio honor'.
Por su parte, el patriarca latino de Jerusalén, aunque con tonos más tranquilos, insistió también en que "nuestro pueblo ha visto la intervención de Occidente como un recrudecimiento del colonialismo y una nueva cruzada". Y añadió: "Si de lo que se trata en el Golfo es de hacer justicia, entonces, ¿por qué no se hace justicia de ocupaciones como en Palestina y en Líbano?. Fustigó también la defensa de intereses occidentales en torno al petróleo.
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