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SANIDAD

Cataluña emprende un programa piloto en Europa de atención a los enfermos de cáncer

Milagros Pérez Oliva

La comodidad y la calidad de la vida de los pacientes de cáncer será en Cataluña un objetivo terapéutico no menos importante que el de curar al enfermo. Para ello, el Departamento de Sanidad ha emprendido un programa especial destinado a introducir en la red sanitaria unidades de cuidados paliativos, cuyo objetivo será lograr que el paciente no sufra dolor y garantizarle la mejor calidad de vida posible. El programa fue presentado ayer por el consejero de Sanidad, Xavier Trias, y el responsable de la unidad del control del cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Jan Stjernsward.

"Yo he llegado a ser catedrático de radioterapia en Suecia, un país que se considera muy avanzado en cuestiones de medicina, y jamás he recibido formación acerca de cómo tratar el dolor y las molestias que sufren los enfermos de cáncer. El programa que ahora se inicia en Cataluña forma parte de una experiencia piloto que se desarrolla en un total de 5 países y que considero de la mayor importancia", afirmó Jan Stjernsward.La OMS ha creído que Cataluña podía llevar a cabo este programa por "la estructura de su población y su infraestructura sanitaria". Las primeras experiencias en el campo de los cuidados paliativos, llamados también cuidados intensivos de confort, se iniciaron en el hospital de Vic (Barcelona) hace tres años, por iniciativa Xavier Gómez Batiste, actual director del programa Vida als Anys (Vida a los Años) de la Generalitat, encargado de mejorar la asistencia sanitaria y la calidad de vida de la tercera edad. Los tres cursos de formación de profesionales impartidos permiten ahora emprender el programa con los recursos humanos necesarios para ello.

"Hemos de erradicar completamente la idea de que ya no hay nada a hacer cuando a un enfermo se le diagnostica un cáncer incurable. Cuando la medicina no puede curar a ese enfermo, tiene todavía un objetivo terapéutico qué cumplir: procurar que esa persona no sufra y viva lo que le quede de existencia con la mayor felicidad posible. Por eso, los cuidados paliativos abarcan no sólo al, enfermo, sino a todo su entorno familiar y social", explicó Gómez Batiste. "El cáncer no es sólo un problema de alta tecnología", añadió.

Se calcula que unos 15.000 enfermos de cáncer precisan en Cataluña cuidados paliativos. "El dolor es completamente controlable en el 95% de los casos. De modo que, si no se trata de uno de esos casos excepcionales, cuando un enfermo de. cáncer sufre es porque no ha recibido los cuidados adecuados", afirmó Gómez Batiste.

El programa emprendido comprende la creación de unidades de hospitalización en diferentes áreas con un total de 350 camas específicamente destinadas a enfermos terminales de cáncer y la creación de equipos de cuidados paliativos en todos los grandes hospitales.

Pero el programa hace especial énfasis en la adecuada formación de los profesionales que intervienen en la asistencia, desde el especialista hasta el médico de cabecera, y en la asistencia domiciliaria. En el próximo mes de octubre entrarán en funcionamiento los 15 primeros equipos de cuidados paliativos domiciliarios, integrados por un médico, tres enfermeras y una asistente social, que trabajarán en estrecha relación con los equipos de asistencia primaria y los servicios de oncología de los hospitales.

Radioterapia

La creación de unidades de cuidados paliativos es la novedad del programa del cáncer, pero existen otras graves carencias, calificadas de escandalosas por las asociaciones de usuarios, que la Generalitat se propone también afrontar.La más grave es la insuficiente dotación de servicios de radioterapia. El cáncer es la segunda causa de mortalidad en Cataluña, con 13.120 fallecimientos en 1989. Se calcula que entre el 50% y el 60% de los pacientes precisan radioterapia.

Cuando se inició el programa de prevención del cáncer en 1987 sólo había en Cataluña 11 equipos radiológicos, por lo que una parte considerable de pacientes no ha recibido la asistencia adecuada y muchos han tenido que desplazarse hasta la ciudad francesa de Montpelier para recibir tratamiento.

El responable del programa, Josep Maria Borrás, aseguró ayer que en 1992 funcionarán en total 22 equipos de radioterapia, en los que se habrán invertido 1.900 millones de pesetas. Según Borrás, la red sanitaria podrá atender por fin a toda la demanda. El programa prevé además la creación de dos unidades de radioterapia intrahospitalaria y de radiocirugía que incorporarán los últimos avances tecnológicos en esta especialidad.

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