"Mi película española no será un 'europuding"
La película se rodará en Cabo de Gata (Almería). Tanner llegó ayer a Madrid a presentar el proyecto. Conversar con Alain Tanner es como asistir a un curso intensivo de cine, de buen cine. El director suizo, con 60 años de edad y 15 películas a sus espaldas, no sólo afirma sino que demuestra que se mantiene joven y también combativo. O sea, como siempre."De mi relación con el Free Cinema británico", dice, "lo que sigo conservando es lo de free (Iibre). El cine actual es víctima de su matrimonio con la televisión y por eso cada vez está más sometido a la demanda estandarizada de la televisión, lo que le fuerza a una devaluación del lenguaje en imágenes. Al igual que el valor de un hombre radica en que es único, que no hay dos iguales, el cine para mí tiene que defender la rareza, la diferencia. Hay que reivindicar siempre la singularidad, hacer buenas películas, trabaja más y mejor, y no competir con la gran industria norteamericana en el terreno que le es propio de las grandes superproducciones".
Apátrida
Por eso", añade el cineasta que se define, como apátrida -en el sentido-de que ha rodado películas en países tan diferentes como Egipto o Estados Unidos-,aunque ahora está de moda en Europa lo que yo llamo un euro puding.- hacer grandes coproducciones entre varios países y en varios Idiomas, la película que yo voy a hacer en España no va a ser así".
El. idioma no significa problema en la trama. "Los personajes hablarán en francés y en español porque así lo pide el guión que he creado y éste me ha surgido tras dos años de recorrer España hasta que encontré mi paisaje mental en Cabo de Gata de Almería".
La razón por la que Alain Tanner rodará su próxima película en Almería está en el productor español Gerardo Herrero, famoso por haber rodado El año de las luces, entre otros filmes.
Herrero hace dos años le propuso al director suizo hacer una película en España. Éste dijo sí y el filme con el título de El hombre que perdió su sombra ya está en la fase final de su preparación, fundamentalmente ultimando el reparto.
"La película cuenta con un presupuesto de 200 millones. de pesetas, con subvención del Ministerio de Cultura de 50 millones, así como el apoyo de TVE y Canal +, entre otros", explica Gonzalo Herrero.
Al igual que hablar de cine, y de la vida en general -"de repente todos los países se vuelven locos con el derecho internacional a custas porque huele a petróleo", reflexiona sobre el conflicto del Golfo- le apasiona a Alain Tarmer, no- le ocurre lo mismo sobre esta película que todavía no ha rodado.
Llega incluso a contar los prolegómenos de los personajes hasta que comienza la historia que rodará, pero no habla de la historia misma.
"El protagonista", explica, "es un exiliado y militante político español -personaje que interpretará Paco Rabal- que tras largos años en Suiza ha vuelto a España y ha montado un café -un bar- en Cabo de Gata. Allí va a verle un joven periodista, que era amigo suyo en el exilio y ahora ha perdido la palabra. Además, hay dos mujeres en la historia".
Además del protagonista y uno de los papeles femeninos, el equipo técnico de la película será íntegramente español, con José Luis López Linares como director de fotografía. El rodaje durará nueve semanas, de las que ocho serán en Almería y una en París.
Coproducción
En cuanto al hecho de si se siente condicionado, menos libre, por rodar la película en régimen de coproducción y con ayudas oficiales, contesta Alain Tanner: "Con el trabajo de unos cuantos años he logrado adquirir cierta independencia y solamente ruedo si me siento libre. Lo único que ocurre es que resulta más pesado así que en mis películas piratas -las que he hecho, como Una llama en mi corazón, con cuatro técnicos y un guión de tres folios-, porque hay que estar aguardando para rodar a que te pongan los tampones en los despachos oficiales."
En cualquier caso, Alain Tanner no se manifiesta agarrotado por los condicionamientos económicos. " Ésta no es una de mis películas piratas, pero me siento totalmente libre".
Es un realizador famoso por el tratamiento de improvisación a que somete los esquemas previos de los guiones. No se trata de un capricho, sino de una forma de trabajar que él reconoce como propia.
No en vano una de las virtudes de su archifamosa En la ciudad blanca era esa sensación de constante apertura, gracias a un guión continuamente elaborado en función de cómo Tanner veía a los actores Bruno Ganz y Teresa Madruga.
"¿Qué cuántas páginas tiene el guión?", exclama, y se queda pensándoselo. Pero de inmediato responde: "Tiene 65 páginas. Claro que, con la ayuda de los actores, las iremos cambiando", sonríe. "Ya lo he hablado con Paco Rabal".
Babelia
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