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Una organización de jóvenes gondoleros logra que se limpien los canales de Venecia

El Gruppo Gondilieri organiza la exposición de fotografías y vídeos 'La góndola os cuenta'

Juan Arias

Lo que no había conseguido nadie en los últimos 30 años en Venecia lo está obteniendo el llamado Gruppo Gondilieri per Venezia, una asociación espontánea de los 40 gondoleros más jóvenes del total de 400 que componen el cuerpo de estos románticos remadores. Lo jóvenes quijotes de la góndola han conseguido que, por vez primera tras 20 años de desidia, se inicie la limpieza de los canales. Y, para llamar la atención sobre los problemas de Venecia, el grupo ha organizado, en un rincón del palacio Ducal, una exposición de fotografías y vídeos titulada Venecia: la góndola os cuenta.

Los jóvenes gondoleros está contentos porque, por vez primera, las autoridades de Venecia, capitaneados por el nuevo alcalde, el democristiano Ugo Bergamo, han empezado a escucharles y a actuar. Ante la presencia del alcalde y de todas las fuerzas vivas de la ciudad, la excavadoras comenzaron el miércoles a escarbar en los ríos de la ciudad, donde se había depositado a lo largo de los años un metro de suciedad, casi el 70% de su profundidad. Por el momento, serán limpiados los siete canales más obstruidos y poco a poco se pasará a los otros 176 de la ciudad. Se calcula que las excavadoras sacarán cada día 100 metros cúbicos de basura y en total, al final de la operación, se amontonarán 400.000 metros cúbicos de fango y restos de todo tipo, sin excluir infinitas bolsas de plástico.

Sustancias tóxicas

La excusa que hasta ahora se había dado en los últimos 20 años para no realizar tal remoción de residuos era que podían ser sustancias tóxicas y no se sabía dónde llevarlas. Pero tras 57 tipos de análisis distintos se ha llegado a la conclusión de que se trata sobre todo de restos de cloacas, ya que Venecia no cuenta con un desagüe general y centralizado, como las otras ciudades, y el 60% de los baños de las casas y hoteles descargan directamente en los canales. Pero ello no impedía el que ya en tiempos de los dux se hiciera una limpieza anual de los canales para impedir que se acumulasen restos sólidos, operación que se había abandonado y que ahora por fin se ha empezado a hacer gracias a la tenaz protesta de los 40 valientes gondoleros que días atrás dijeron con visible orgullo a este corresponsal: "Estamos aún al inicio de nuestra batalla". El grupo ha conseguido también que se limite la velocidad de los motoscafo.El Gruppo Gondilieri per Venezia empezó meses atrás con tímidos pero severos gestos de protesta, como cuando, durante la famosa regata histórica del Redentor, a mitad de julio, se negaron a hospedar en sus góndolas a las autoridades locales y romanas. Más tarde colocaron en el centro de la plaza de San Marcos una góndola fajada como un herido, con manchas rojas como de sangre, para indicar que la barca, símbolo por excelencia de Venecia, estaba enferma, y con ella la ciudad más fascinadora del mundo.

Los gondoleros jóvenes criticaban el olvido en que las autoridades venecianas han. dejado a la ciudad en estos últimos años. Criticaban también el abandono en la limpieza de los canales; la peligrosidad de los motoscafi que cruzan el canal grande como flechas produciendo un movimiento excesivo de las aguas y no pocos accidentes; ponían de relieve que monumentos y palacios históricos se estaban desmoronando desde sus cimientos y que había rincones de Venecia en total abandono.

Y para que no se tratara sólo de palabra se pusieron por su cuenta a bucear en el canal grande para pescar en su fondo toda clase de porquerías además de restos desprendidos de palacios históricos.

Objetores de conciencia

Y por ultimo, patrocinados económicamente por la asociación de objetores de conciencia militar, han organizado en un rincón del palacio Ducal una exposición de fotografías y vídeos titulada Venecia: la góndola os cuenta, en la que han expuesto toda una serie de imágenes captadas por ellos desde las góndolas en las que aparece evidente el abandono de algunas partes de la ciudad, lo mismo que la suciedad de algunos canales en los que se ha ido amontonando tal cantidad de residuos que en muchos lugares ya no les es posible pasar a las barcas.Los visitantes que estos días hacen cola a la puerta del palacio de los antiguos dux para visitar la fantástica exposición de Tiziano, al salir, ven una flecha que indica una exposición sobre la góndola. Y corren pensando encontrar bellas fotografías románticas sobre la barca más misteriosa del mundo, cuyos orígenes se desconocen aún. Pero al llegar a la exposición es como si les diesen un puñetazo en el estómago, porque las fotografías son de muerte, de abandono, de infinita tristeza, ya que ponen de relieve las plagas ocultas de la ciudad que agoniza.

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