Los constructores canarios prevén una pérdida de 7.000 empleos en el sector

Los empresarios de la construcción de Canarias temen que la crisis que atraviesa este sector, provocada, principalmente, por el declive de la industria turística, originará al final de 1990 la pérdida de alrededor de 7.000 puestos de trabajo. Las asociaciones empresariales de las dos provincias canarias han elaborado un Libro Blanco sobre la situación de este sector, en el que consideran como única alternativa a la caída de la inversión privada en dicha actividad, el aumento de las inversiones públicas en infraestructura, viviendas y equipamientos.

La crisis de la construcción y el turismo, subsectores vitales de la economía regional (representan el 65% del Producto Interior Bruto del archipiélago) moviliza estos días a los empresarios, que demandan soluciones urgentes de las autoridades. Los constructores señalan que están "con la soga al cuello" desde que a finales del año pasado se registró una reducción de la tasa de dicha actividad de cuatro puntos respecto al ejercicio anterior. La licitación oficial ha disminuido un 2% en los primeros seis meses de este año. El descenso en las viviendas iniciadas se eleva al 231 % y el consumo de cemento ha bajado en un 23%. El paro en el sector creció un 9,14% al registrarse en abril pasado 1.668 nuevos desocupados.