El presidente, dispuesto a pedir a la ONU "medidas complementarias" si el embargo a Irak no es efectivo

Felipe González aseguró ayer en el Congreso de los Diputados que el Gobierno no excluye pedir a la ONU "medidas complementarias" a las ya adoptadas contra Irak si el embargo no es efectivo. González dijo: "No descartamos que, en coordinación con otros países -si es posible de la CE-, si no fueran suficientes las acciones emprendidas por el Consejo de Seguridad para hacer reaccionar a Irak, estaríamos dispuestos a hacer una nueva petición al Consejo de Seguridad para que tome medidas complementarias".González se declaró ayer "satisfecho" del grado sustancial de acuerdo alcanzado con la oposición sobre la respuesta española a la invasión iraquí de Kuwait porque, gracias a él, "se refuerza, no la posición del Gobierno, sino la de España en el concierto europeo y mundial". En un discurso de 35 minutos el jefe del Ejecutivo dio cuenta al Congreso de los Diputados de la posición española, que situó en, todo momento en el marco de las Naciones Unidas, y dio claramente a entender que quien discrepaba con su Gobierno estaba, en realidad, en desacuerdo con la ONU.

El presidente no dudó en comparar a Sadam Husein con Hitler, a quien, sin embargo, no nombró. Comparó la situación en el golfo Pérsico con la que conoció Europa a finales de los años 30 y se preguntó: "¿Qué respuesta fue la correcta frente al anexionismo y el expansionismo desencadenante de la II Guerra Mundial?". El jefe del Gobierno dio la razón a aquéllos que decían "hay que parar aquí" las concesiones a Hitler, frente a aquellos otros que pactaron en Munich el desmembramiento de Checoslovaquia creyendo así poder evitar la guerra.

Analizó después "la parte sustancial" de la respuesta española a esta agresión en la que convergen Gobierno y oposición. Caben, según González, dos actitudes: Pensar que "son los demás los que tienen que hacer la tarea" de conseguir que se respeten las resoluciones de la ONU, o recordar que "formamos parte de la comunidad internacional ( ... ) y asumir nuestra responsabilidad" para que el embargo sea efectivo.

En síntesis, González dijo:

Conflicto regional. "Es necesario no perder de vista la solución regional del conflicto a través de una organización como la Liga Árabe, totalmente dividida. Por muy difícil que lo veamos, de eso depende que la opinión pública [árabe] no caiga en la trampa de que se trata de un conflicto entre Occidente y el mundo árabe" ni tampoco Norte-Sur.

España-Estados Unidos. El presidente se refirió en numerosas ocasiones al papel de EE UU siempre en forma de alabanza, y exhibió cierto orgullo por el apoyo que España había prestado a ese país para que llevara a cabo el "despliegue" al Golfo.

Repercusiones económicas. A causa de la crisis del Golfo se han producido efectos en la economía nacional, balanza de pagos, en los precios, en el crecimiento y en los empleos. En función de la evolución de los acontecimientos, seguirán los efectos económicos.

Tardanza en dar explicaciones. González rechazó de entrada la acusación de tardanza en comparecer ante el Parlamento, formulada por algunos portavoces de la oposición, presentando su intervención de ayer como u a continuación de la informacion que los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa brindaron, el 28 de agosto, a la correspondiente comisión del Congreso.

Efectivos españoles. Sobre la oportunidad de que mozos de reemplazo formen parte de las dotaciones de la flotilla González afirmó: "No me parece que sea el momento de hablar del modelo de nuestras Fuerzas Armadas". No resistió la tentación de afirmar que, si se interpretaban a rajatabla las tesis de algunos de sus adversarios, los buques de guerra no podrían salir de las aguas territoriales españolas: "No podrían viajar de España a Canarias" (sic).

Venta de armas a Irak. González ironizó sobre las armas que España haya podido vender a Irak antes de que decretase un embargo tras el estallido del conflicto con Irán. "Si fuera por las armas que les ha suministrado España no podrían salir de Bagdad".