Una exposición reúne en Londres los cuadros en que Monet analizó la búsqueda del tiempo
La muestra del maestro del impresionismo permanecerá abierta hasta el 9 de diciembre
La Royal Academy of Arts de Londres presentó ayer oficialmente -aunque la exposición fue abierta el pasado día 7, y con un gran éxito de público- la selección de 97 cuadros correspondientes a las principales series realizadas por Claude Monet a partir de 1890, y que procede de Boston y Chicago. Es una selección con la que se intenta dar a conocer la búsqueda del tiempo que a través de la pintura desarrolló el maestro del impresionismo influido por Proust, Debussy y Einstein, y que, antes de por la figura humana, se interesó sobre todo por la poesía del paisaje y el matiz del color. La exposición de Londres permanecerá abierta hasta el 9 de diciembre.
Inaugurada el pasado día 7 de este mes, la exposición Monet es ya un acontecimiento cultural en el otoño londinense. Desde primera hora de la mañana las colas de aficionados rodean el edificio de la Royal Academy con gentes deseosas de poder ver de cerca las pinceladas y masas de pintura con las que Monet llenaba sus lienzos.Procedente de Boston y Chicago, las principales series de la exposición son Los almiares, Los álamos, la famosa Fachada de la catedral de Rouan en los diferentes momentos del día, Los amaneceres en el Sena, Los acantilados y el Puente de Waterloo.
Nacido en París el 14 de noviembre de 1840 y muerto en Giverrny el 5 de diciembre de 1926, la longeva existencia de este patriarca de la pintura estuvo dedicada a la pintura desde los años de la adolescencia, cuando ya despuntaba como un excelente dibujante y sagaz caricaturista. Pero el interés de Monet por la figura humana fue muy breve. Próximo a la escritura de Marcel Proust, a la música de Claude Debussy y a los descubrimientos físicos de Albert Einstein, a Monet, fiel a su tiempo, sólo le interesaba la revisión de lo que hasta entonces se había tenido como lo real. En esa búsqueda rechazó de plano las reglas del Renacimiento que imponía el academicismo del momento y se entregó de lleno al estudio de los matices, de los reflejos, de la poesía del paisaje.
Hacia 1890, periodo en el que se centra la exposición londinense, Monet sistematiza las investigaciones realizadas sobre la luz y el color y empieza a trabajar con series. Una vez escogido el motivo pictórico, pinta diariamente media hora un mismo cuadro. A cada lienzo le dedica unas 60 sesiones, porque "ningún pintor", decía, "puede dedicar más de 30 minutos a un mismo paisaje sin que el cuadro deje de ser fiel a la naturaleza".
Los 97 cuadros que se exponen en la Royal Academy corresponden a sus series más logradas de acuerdo con estos principios.
La ausencia más notable de la muestra que se exhibe en Londres afecta al grupo de 48 cuadros que Monet dedicó a Las ninfeas, que no han podido ser trasladados a Londres por dificultades técnicas. Monet pintó sus primeras ninfas justo en el cambio de siglo, y constituyeron una aventura que le transformó de gran pintor del XIX en el gran maestro del arte del siglo XX.
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