El Ayuntamiento de Bilbao declara la guerra a la publicidad del tabaco y el alcohol
El Ayuntamiento de Bilbao ha declarado la guerra a la publicidad del tabaco y del alcohol. Las hostilidades se iniciarán en breve plazo, cuando el Área de Urbanismo ordene retirar las vallas publicitarias que infrinjan la nueva normativa municipal sobre esta materia. Entre un 25% y un 30% de las vallas de la capital vizcaína se ve afectado por la nueva ordenanza, que se ha sumado a otras iniciativas municipales tendentes a moderar el consumo de alcohol entre los bilbaínos.
Los paneles callejeros que promocionan las bebidas alcohólicas y el tabaco sobreviven en Euskadi en un régimen de semiclandestinidad desde hace nueve meses, merced a la entrada en vigor de una ley aprobada en el Parlamento de Vitoria en torno a la cual la propia Administración ha hecho hasta ahora la vista gorda.La Cámara legislativa vasca aprobó en noviembre de 1988 una normativa sobre drogodependencias que afecta también al tabaco y al alcohol. La pro moción de estos productos entre los menores de 18 años quedó estrictamente prohibida, por lo que la única posibilidad de publicitarios en la vía pública quedó reducida al exterior de los puntos de venta autorizados.
Con el fin de que las empresas publicitarias fuesen adaptándose a la nueva legislación, la ley no entró en vigor hasta diciembre del pasado año, pero lo cierto es que en los últimos nueve meses este tipo de anuncios han seguido proliferando, sin que la comisión competente para controlarlos haya puesto traba alguna a los anunciantes
Ordenanza local
A la legislación común a toda la comunidad autónoma se ha ve nido a añadir, en el caso de la capital vizcaína, una ordenanza municipal sobre instalación de carteleras aprobada en marzo pasado. Los ediles bilbaínos decidieron aprovechar en aquella ocasión la iniciativa en contra de la nicotina y los licores espirituosos para combatir también la imagen de la mujer objeto que prolifera en la publicidad sexista. Una nueva resolución plenaria adoptada en junio pasado incidió sobre la misma cuestión, pero no ha sido hasta fechas recientes cuando el Área de Urbanismo del Ayuntamiento ha anunciado que procederá a la retirada de las vallas infractoras. El consistorio, que no tiene competencias en materia publicitaria, ha encontrado una vía para imponer su autoridad. Como no puede retirar el anuncio o sancionar a la empresa responsable, anula el permiso para instalar el soporte material de aquél, que será retirado de la vía pública si el anunciante persiste en su actitud.
El Ayuntamiento de Bilbao se ha distinguido en los últimos meses por sus iniciativas en pro de una vida saludable, centradas especialmente en la prevención contra el abuso del alcohol. Algunas han sido casi testimoniales, como la recomendación del alcalde José María Gorordo, en pleno pregón de las fiestas patronales, para que los bilbaínos no abusaran de los licores en fechas tan señaladas.
El Área de Salud Pública impulsó por su parte una campaña durante las mismas fiestas para pasar del tradicional txikito al más saludable txikizuku que sustituye el vino por el zumo de frutas. Aunque todavía no se dispone de datos sobre el consumo de alcohol durante la Semana Grande bilbaína, el concejal de HB Josu Barandika resume su convencimiento acerca del éxito de la iniciativa en la apreciación de que "este año se ha visto menos gente arrastrada".
Vitoria
La guerra al alcohol había sido declarada con anterioridad con mucha mayor virulencia en otra capital vasca. El alcalde vitoriano, José Angel Cuerda, promovió a finales del año pasado una normativa que prohibía suministrar bebidas alcohólicas a menores de 18 años, limitaba la asistencia a bares de los menores de 16 a la condición de estar acompañados por sus padres y sancionaba a los establecimientos que permitiesen sacar las consumiciones al exterior del local.
Los ediles bilbaínos han decidido ahora atacar otro flanco, enfrentándose con la publicidad callejera. Alrededor de una docena de empresas se dedican en Vizcaya a la explotación de este tipo de soportes publicitarios. Los afectados han reaccionado con sorpresa. Manifiestan que hasta el momento no han recibido notificación oficial alguna, pero que sus servicios jurídicos están estudiando posibles recursos. No sería extraño que estén preparando su contraofensiva, ya que más de una cuarta parte de las cerca de 500 vallas instaladas en el término municipal de Bilbao anima a los transeúntes a caer en la tentación de los vapores alcohólicos o de los humos nicotínicos.
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