80 millones de pesetas cuesta la travesía

La Armada española tendrá que pagar un total de 80 millones de pesetas para que las tres embarcaciones que componen su flota del Golfo crucen el canal de Suez. "Todos sabíamos que cruzar el canal era caro", comentó a EL PAÍS un oficial de la Santa María, "pero ahora se ha puesto por las nubes". De esa cantidad, 30 millones corresponden a la fragata y 25 a cada una de las dos corbetas que componen la expedición.La valoración de las tarifas para el paso del canal se rige por criterios de tamaño de los barcos. De esta forma, España tendrá que pagar un precio fijo por cada buque y un plus de desplazamiento diferente para la Santa María, la Descubierta o la Cazadora. Ninguna de las tres embarcaciones había pasado el Canal hasta la fecha. Tan sólo el buque-escuela Juan Sebastián Elcano ha sido cliente de Suez en diversas ocasiones. Varios de los oficiales de la flota que navega hacia la zona del conflicto han realizado este viaje a bordo de Elcano.

La travesía del canal de Suez es larga y lenta. La flota española zarpará a la una de la madrugada del jueves día 7, en un convoy con varias decenas de barcos mercantes de todo el mundo y empleará cerca de 14 horas en atravesar los 160 kilómetros que hay hasta la ciudad de Suez. La velocidad prevista es de nueve nudos, aunque habrá algún tramo en que tengan que reducirla.

Estrechez de vía

En concreto, al llegar a los Lagos Amargos (a unos 100 kilómetros de Port Said) se cruzan los convoyes que viajan en una y otra dirección y uno de ellos debe dar paso al contrario. También al cruzar junto a la ciudad de Ismallía, la velocidad se tiene que reducir por la estrechez de la vía. Viajando por la noche por la carretera que discurre paralela al canal se puede ver la interminable cola de grandes embarcaciones que componen estos convoyes, con las luces encendidas en la oscuridad y grandes focos a proa y popa.

La regulación de las autoridades del canal es muy rígida debido al inmenso tráfico existente (hay dos convoyes diarios en cada sentido) y establece que durante toda la travesía las embarcaciones tengan que estar en situación de máxima vigilancia. La fragata Santa María, insignia de la flotilla española, tendrá 48 tripulantes en tres formaciones para esta guardia especial. En el castillo de proa habrá 21 personas, con el ancla y la estacha preparados para cualquier contingencia; otras 10 personas estarán en la cubierta de centro y 17 en la llamada cubierta de vuelo, o toldilla (en popa). El puente de mando, la sala de máquinas, las transmisiones y en general todas las funciones del buque debenestar también en máxima vigilancia.