Bush desea que Gorbachov medie ante Irak
Estados Unidos vería con buenos ojos que el líder soviético, Mijaíl Gorbachov, se convirtiera en mediador en la crisis del golfo Pérsico, o al menos intentara convencer a Sadam Husein de que se retirara de Kuwait. El propio presidente estadounidense, George Bush, que el próximo domingo se reunirá con Gorbachov en Helsinki, ha declarado que no tiene ninguna duda sobre el papel que pueda jugar la Unión Soviética en este conflicto, mientras algunos de sus hombres de confianza ven en la cumbre de Helsinki un símbolo de la solidez de la coalición internacional contra Irak.
El secretario de Estado norteamericano, James Baker, y el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Edvard Shevardnadze, discutirán a lo largo de esta semana los últimos detalles de la agenda del encuentro de Helsinki. Fuentes norteamericanas aseguran que durante su encuentro Bush y Gorbachov tratarán sobre el conflicto del Golfo y de otros temas de interés bilateral, como el control de armamentos y el futuro de Camboya y Afiganistán. Ayer trascendió que Gorbachov, que no ha hablado personalmente con Bush desde el inicio de la crisis, pidió al presidente norteamericano que su encuentro se celebrara cerca de Moscú, por motivos de agenda. Estados Unidos aceptó que la minicumbre se desarrollara en Helsinki, poco después de que el presidente finlandés, Mauno Koivisto, aceptara la petición formulada por la Casa Blanca.Las esposas de ambos líderes, Barbara y Raisa, también viajarán a la capital finlandesa. El matrimonio Bush abandonará Washington el próximo sábado y pasará la noche en Helsinki. Ambos regresarán a Estados Unidos el domingo.
Cooperación
El encuentro de Helsinki, que terminará con una conferencia de prensa conjunta de los dos líderes, es otro claro signo de que Bush y Gorbachov coinciden en que el orden político mundial debe basarse en la cooperación de las dos superpotencias y no en el enfrentamiento. Helsinki será un nuevo examen de las nuevas relaciones entre ambos países. La postura de Estados Unidos y de la Unión Soviética sobre el conflicto del Golfo es dispar, a pesar de que Moscú haya apoyado el bloqueo impuesto por la ONU a Irak y enviado varias unidades navales a la zona del conflicto. Gorbachov ha pedido calma y se ha mostrado claramente contrario al uso de la fuerza. El líder soviético se ha mostrado favorable a lo que él denomina "la solución árabe". En las últimas semanas Bush y Gorbachov no han hablado directamente sobre el conflicto. Todas las comunicaciones se han tramitado a través de Baker y Shevardnadze.
El propio presidente norteamericano ha explicado que durante la minicumbre de Helsinki no pedirá ayuda económica a Gorbachov para afrontar el coste de la operación militar Escudo del Desierto, como ha hecho con otros países aliados, argumentando que la Unión Soviética tiene otras responsabilidades que cumplir en otros lugares del mundo.
Bush ha declarado que tampoco recela del papel que pueda jugar Gorbachov ante Sadam, a pesar de los lazos comerciales que han ligado tradicionalmente a la URSS con Irak.
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