Thatcher dice que Husein debería ser juzgado por tomar rehenes
La primera ministra británica, Margaret Thatcher, calificó de actitud "brutal y cruel" la de Sadam Husein al subrayar que el presidente iraquí debería ser llevado ante la "justicia Internacional" por haber tomado como rehenes a mujeres y niños.En una entrevista difundida ayer por la cadena de televisión británica ITV, Thatcher agregó: "Este tipo de personas [en relación al presidente iraquí] debería ser llevada ante la opinión pública internacional... de modo que cada uno de nosotros pueda, como en el- proceso de Nuremberg, presentar acusaciones y ver éstas son sometidas a juicio". La agencia iraquí INA respondió a las palabras de Thatcher diciendo que ésta era "una anciana" que había "perdido su equilibrio mental".
Mitterrand, con los partidos
Por otra parte, el presidente francés, el socialista François Mitterrand, comenzó a recibir este fin de semana a los principales líderes políticos del país, incluido el primer secretario del Partido Socialista (PS), Pierre Mauroy, para explicar la situación en el Golfo.
Ésta es su tercera gran iniciativa destinada a mantener lo que en el palacio del Elíseo, su residencia oficial, califican unánimemente de "consenso". Un término que no es siempre bien aceptado por la oposición, que prefiere, por ejemplo, el concepto de "reserva responsable". Sobre todo, el partido Unión para la Democracia Francesa (UDF). Tambien el líder de Agrupación para la República, Jacques Chirac, considera que no existe consenso.
Pero más que una seria división entre Gobierno y oposición, lo que la crisis del Golfo ha desatado en Francia es una nueva disputa en el seno del PS, y, por primera vez, un grave distanciamiento entre el líder ultraderechista, Jean-Marie Le Pen -partidario de que se mantenga la ocupación de Irak en Kuwait- y un 39% de las bases de su partido, Frente Nacional, que se manifiesta de acuerdo con la política de Mitterrand, según un sondeo realizado hace 10 días.
La polémica en el PS fue incialmente desencadenada por unas declaraciones, atribuidas a un "alto funcionario", en las que se expresaba el temor de que Francia participara en una guerra en el Golfo.
Todos atribuyeron esas declaraciones al ministro de Defensa francés, Jean Pierre Chevenement, aunque la crisis no ha provocado su dimisión. Chevenement ha rechazado las acusaciones y ha reiterado su total acuerdo con Mitterrand.
Por su parte, las autoridades de Bagdad negaron anoche el permiso de aterrizaje a un aerobús de Air France que estaba preparado para ir a recoger en la capital iraquí a 130 rehenes, entre ellos unos 40 franceses, entre mujeres y niños, que habían recibido sus visados y a los que se había confirmado su permiso para abandonar el país.
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