Incorporadas al sumario contra el narcotráfico las diligencias sobre el director de la Policía

El juez Baltasar Garzón ha incluido en el sumario 13/90 las diligencias relacionadas con el incidente que afecta al director general de la Policía, José María Rodríguez Colorado. El alto cargo de Interior habló al menos dos veces con el popular periodista deportivo José María García, quien se interesó por la suerte de uno de los detenidos, Carlos Goyanes, el día en que se desencadenó la operación contra el narcotráfico. Esas conversaciones se produjeron antes de que finalizara el registro del domicilio de Goyanes y antes de que empezara siquiera el de su oficina. La víspera, Rodríguez Colorado había comentado a García la existencia de un problema que afectaba a un amigo suyo.

Todo empezó la tarde anterior a la Operación Mago. Mientras Garzón volaba a Galicia para ponerse al frente de 350 policías -su colega Bueren iba a ocuparse de las diligencias previstas en Madrid- después de haber extremado las medidas de precaución por temor a filtraciones, el director de la Policía contestaba a una llamada telefónica del periodista José María García.Le dijo, entre otras cosas, que había "un problema muy grave" con un amigo suyo, pero no añadió más por teléfono (hablaba desde un coche) y le anunció una nueva llamada para el día siguiente.

"Esta mañana [Rodríguez Colorado] me ha llamado y me ha contado lo de Goyanes", explicó García al penalista José María Stampa el día de la Operación Mago.

Ambos interlocutores recelaron de que el teléfono estuvíera pinchado -así era, en efecto-, pero mantuvieron la conversación porque no tenían nada que ocultar.

Rodríguez Colorado dio explicaciones inmediatas a Garzón. No debieron ser suficientes, en el criterio del juez, porque cinco semanas más tarde, cuando ya tenía instruido el grueso del sumario 13/90, llamó a declarar al director de la Policía, al periodista y al abogado.

"Ni la más leve insinuación"

Este último se limitó a reconocer la conversación grabada. García, por su parte, aseguró que Rodríguez Colorado no le había hecho el 11 de junio "ni la más leve insinuación" de que Carlos Goyanes fuera a ser detenido.En cuanto a los contactos mantenidos al día siguiente, precisó que se realizaron por iniciativa suya y no de Rodríguez Colorado, atribuyendo a un error propio habérselo contado de otra forma a Stampa.

El periodista aseguró haber llamado a Rodríguez Colorado tras enterarse de la detención de Goyanes por un familiar; y después, sobre las 13.15, se entrevistó personalmente con aquél en su despacho.

A continuación, el sumario incluye la declaración judicial de José María Rodríguez Colorado. Reconoce haber mantenido una conversación telefónica con José María García "sobre temas personales" el 11 de junio -víspera de la Operación Mago-, "sin que en ningún momento aparecieran expresiones o comentarios de ningún tipo de operación en marcha de índole policial o judicial, ni referencia a personas que pudieran estar implicadas en ellas. En consecuencia, es absolutamente falso que se emplearan expresiones como amigos, detenciones, narcotráfico, etcétera".

Y en cuanto al día 12: "Tras recibir distintas llamadas de José María García, éste fue a su despacho, limitándose el declarante [Rodríguez Colorado] a reproducirle el contenido de la nota que el Ministerio del Interior había dado esa mañana, después de haberse producido las detenciones. Al solicitarle que le precisara más detalles, se limitó a indicarle que se dirigiera al juez instructor, al estar secreto el sumario". La versión de García sobre el contenido del encuentro coincide con la del director general.

Salvo error material en la redacción de las actas, el registro del domicilio de Goyanes terminó a las 13.45; el de su oficina empezó a las 14.15 y finalizó a las cuatro de la tarde. Para entonces ya se habían producido tanto el contacto telefónico como el personal entre Rodríguez Colorado y José María García, en la mañana del 12 de junio, además de la llamada de la tarde anterior.

Nada comprometedor

Los registros judiciales proporcionaron cantidades de dinero de cierta importancia en pesetas, divisas y cheques al portador, así como documentos sobre importación de automóviles, agendas, libretas y sobres con joyas y dinero.Goyanes aclaró que estos últimos correspondían a un negocio de su mujer. Nada comprometedor, en principio, respecto a las imputaciones de presunto, tráfico de drogas.

El Ministerio Fiscal pidió al juez que archivara las diligencias sobre estos incidentes por considerar que no se apreciaban indicios de responsabilidad penal. Sin embargo, el instructor decidió incorporarlas al sumario.