Castro nos trató "de tú", dicen los vecinos de Cerro Belmonte
El presidente de Cuba, Fidel Castro, "nos trató de tú a tú y no como un jefe de Estado", comentó ayer Esther Castellanos, abogada y cabeza de la lucha que los vecinos de Cerro Belmonte mantienen con el Ayuntamiento de Madrid, a su llegada al aeropuerto de Barajas tras pasar 10 días en Cuba, junto a 23 convencinos, invitada por Castro. "Si las autoridades españolas nos hubiesen hecho un tercio del caso que nos han hecho las cubanas, estaríamos más que contentos", añadió.Aplausos, gritos y lágrimas recibieron a los vecinos, que tampoco pudieron contener la emoción al reencontrarse con sus compañeros y familiares de lucha inmobiliaria. Entre las 60 personas que les dieron la bienvenida había funcionarios de la Embajada cubana.
Volvían con el recuerdo de su encuentro con Castro. El presidente de Cuba mantuvo un almuerzo privado de cuatro horas con los vecinos de Cerro Belmonte, cuya amenaza de desalojo por el Ayuntamiento lo calificó como un atentado contra los derechos-humanos, informa Juan Jesús Aznárez, desde La Habana.
El presidente cubano, que en ningún momento se refirió a la presencia de 18 personas en la Embajada española, pidió primero detalles sobre el contencioso entre los vecinos de Cerro Belmonte y el Ayuntamiento de Madrid, y después aconsejó a los litigantes que buscasen el apoyo de otros sectores sociales y la solidaridad de América Latina.
En el transcurso de la reunión, una de las vecinas, que dijo no haber vivido nunca momentos tan intensos, prorrumpió en un llanto incontrolado. Nadie de la delegación española se acogió al asilo político solicitado en principio, salvo Amparo de la Fuente, que aceptó una beca oficial para estudiar Biología en Cuba.
Castellanos, portavoz del grupo, entregó a Castro varios regalos con motivo de su 642 cumpleaflos hace una semana, entre ellos una bandeja de plata "que le gustó muchísimo". El jefe de Estado, que había sido informado del plan vecinal de constituir una nación independiente en los terrenos sujetos a expropiación, escribió un mensaje en el envoltorio de la bandeja al joyero Carreras, en cuyo local fue comprado el obsequio. "Un saludo para Carreras Style, con la esperanza de que siempre venda al mismo precio a los vecinos de la futura República de Belmonte".
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Los 'cubanos' de Cerro Belmonte
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Uno de los componentes del grupo pidió a Castro que cuando Felipe González vuelva a Cuba le hable de su problema con el Ayuntamiento, a lo que el gobernante respondió que eso sería "más adelante", ya que las relaciones con España atravesaban un momento. de tensión.
El dirigente revolucionario, que bebió Martini blanco y .tomó una copa de coñá después del café, manifestó que no ha viajado a España "porque no se han atrevido a invitarme", e indicó que estaba preparando una, invitación compartida por varios países europeos.
El bufé fue copioso, y en una mesa de varios metros de larga los comensales pudieron elegir entre langostas, langostinos, angulas, bacalao, callos, cerdo asado, gazpacho andaluz, frijoles y una completa selección de frutas tropicales.
"La verdad es que no se habló del tema del conflicto entre España y Cuba, porque no venía a cuento a lo largo de toda la reunión. Él se ocupó mucho de la gente: '¿Usted qué hace?', ¿cuánto gana?, '¿cuánto le cuesta la luz?', '¿cuánto le cuesta el teléfono?",'señaló Castellanos.
Varios vecinos del Cerro Belmonte se lamentaron después: "Parece mentira que nos reciba el jefe de Estado de un país extranjero y nuestro alcalde no lo haga. A ver si con esto el tío se decide".
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