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GUERRA EN EL GOLFO

La inquietud crece entre la población israelí pese a la firmeza oficial

"Sadam Husein amenaza con atacar Israel", "El incendio que se acerca a grandes pasos hacia el Golfo puede englobar a Israel, "Hace falta prepararse para un ataque químico iraquíEstos titulares a toda plana en las primeras páginas de la Prensa israelí reflejan la inquietud que se ha apoderado de Israel, donde la gente se pregunta si la guerra está a las puertas.

Todo ello sigue a la declaración del alto mando iraquí, que acusa a Israel de camuflar sus aviones Phantom como norteamericanos para poder participar en el próximo ataque de EE UU contra- Irak. El portavoz del Tsahal -el Ejército israelí- ha desmentido las acusaciones de Bagdad diciendo: "Una mentira más de Sadam Husein".

"En Bagdad no se dan cuenta de que Israel no es Kuwait, afirmó el ministro de Defensa, Moshe Arens. "Sí nos ataca, Sadam Husein provocará una catástrofe sobre su país", declaró el primer ministro, Isaac Shamir. La firmeza de estas declaraciones oficiales no consigue tranquilizar a los israelíes, que saben que los misiles iraquíes de cabeza química pueden alcanzar cualquier punto de su país. Los israelíes están atentos a la más mínima novedad, y escuchan los boletines de información de la radio con la oreja pegada al aparato. La situación recuerda la larga y agotadora espera de mayo y principios de junio de 1967, en vísperas del estallido de la guerra de los Seis Días.

Implicados

Los dirigentes del Estado judío se sienten atrapados. A pesar de la determinación de EE UU de no implicar a los israelíes en la crisis del Golfo -Bush ha consultado telefónicamente a todos los presidentes de Gobierno de la zona, salvo al primer ministro Shamir-, Sadam Husein ha conseguido desbaratar todos los esfuerzos estadounidenses.

Aislado, amenazado de agobio económico por el embargo sobre el petróleo y el bloqueo naval, criticado por la mayoría de los países árabes, Sadam Husein se encuentra contra la pared. Por ello ha elegido la huida hacia adelante: la anexión de Kuwait y la acusación lanzada contra Israel, de estar preparándose para apoyar a EE UU contra Irak. Su objetivo: salvarse uniendo al mundo árabe contra "el imperialismo norteamericano y su cómplice sionista".

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El Gobierno de Shamir está dividido entre dos imperativos contradictorios. Toma muy en serio las provocaciones de un Sadam Husein acosado y, por tanto, se prepara para la pira; de ahí la renovación de la distribución de máscaras de gas al pueblo. Pero, por otro lado, Shamir y Arens no quieren sembrar el pánico entre la población ni dar la impresión a los países árabes, incluido Irak, de que Israel se encuentra ya en pie de guerra.

El ensayo, el pasado jueves, de un prototipo de misil antimisiles Arrow, desarrollado en Israel, es como una puesta en guardia adicional dirigida a Bagdad.

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