Descubierto un brote de triquinosis entre los vecinos del barrio de la Alegría

Un número indeterminado de vecinos del barrio de la Alegría ha podido contraer la triquinosis durante la pasada semana. Hasta el momento han sido tratados en el hospital Ramón y Cajal cuatro pacientes. Un total de 22 agentes sanitarios del Ayuntamientode Madrid comenzaron ayer una revisión por todas las charcuterías y carnicerías de los barrios de la Alegría y de la Concepción. Los enfermos indicaron a los médicos del hospital que en el barrio se han producido en los últimos días varios casos de fiebres, sin que se sepa su origen.

Los médicos de la unidad de enfermedades infecciosas del hospital Ramón y Cajal dijeron que la triquinosis tiene un tratamiento bueno y eficaz en las fases iniciales, pero que si se deja actuar, esta enfermedad puede causar incluso la muerte. La triquinosis sólo puede ser transmitida por la ingestión de carne de cerdo o de jabalí en mal estado, que no pasa los controles sanitarios.Los pacientes no presentaron síntomas graves, excepto uno de ellos, que estuvo ingresado en el Ramón y Cajal durante una se mana, hasta ayer que recibió el alta. Los otros tres enfermos no recibieron un diagnóstico firme en el que se señalara que la enfer medad contraída era la triquinosis, aunque todos los indicios apuntan a que contrajeron la triquinosis, según indicó ayer el concejal de Sanidad, Simón Viñals.

Viñals aseguró que se había enterado del caso a través de la llamada de un redactor de EL PAÍS, y expresó su malestar ante el hecho de que los responsables sanitarios de la Comunidad de Madrid no le hubiesen informado. "Los servicios de alarma que suelen funcionar en estas ocasiones no han funcionado esta vez. Nosotros hemos actuado nada más enterarnos, pero la Comunidad debería habérnoslo comunica antes", agregó.

Carnicerías y charcuterías

Viñals dijo que tras confirmar ayer por la tarde que se había diagnosticado un caso de triquinosis y que se sospechaba de otros tres casos en el mismo barrio, envió a 22 agentes sanitarios a chequear todas las carnicerías y charcuterías del barrio y sus alrededores.

El consejero de Sanidad de la Comunidad autónoma, Pedro Sabando, que se encontraba ayer de vacaciones, manifestó que ni a él ni al vicenconsejero se les había comunicado nada sobre el posible brote, "porque los servicios de epidemiología regionales se encontraban aún estudiando el caso y no han establecido conclusiones".

El concejal y el consejero de Sanidad coincidieron al afirmar que la triquinosis se suele trasmitir habitualmente a través de la ingestión de productos caseros y no por los adquiridos en carnicerías y otros establecimientos comerciales. "Sería muy grave que una carnicería en pleno centro de Madrid expendiera productos triquinósicos. Además, sería el primer caso en Madrid, porque hasta ahora todas las epidemias de triquinosis procedían de las matanzas caseras de los pueblos, y no de las carnicerías", precisó el consejero.

Simón Vifials aseguró que el jefe de los servicios epidemiológicos del Ramón y Cajal, Antonio Guerrero, le había informado de la posibilidad de que todos los pacientes hubiesen comprado en la misma carnicería, dada la proximidad de sus domicilios. "Sin embargo, yo me inclino a pensar que se trata de un producto casero que se ha traído desde algún pueblo", añadió.

Uno de los médicos que trataron a los enfermos dijo que todos padecían fiebres y dolores musculares, pero no se había localizado aún el alimento que causó la enfermedad. "Eso lo tendrán que investigar en los servicios veterinarios del Ayuntamiento y la Comunidad", indicó. "Mi interés se centra en alertar a la gente del barrio sobre la existencia del brote para que vayan a los médicos de la zona si sufren fiebres, vómitos o diarreas".

Por otra parte, el consejero Pedro Sabando manifestó ayer tarde que en la Comunidad de Madrid no ha sido localizada hasta el momento ninguna cebolla tóxica procedente del lote de 50 kilos robado hace unos días en un campo de la localidad toledana de Tembleque. Las cebollas habían sido tratadas con el plaguicida Celtiun 40, y su ingestión puede provocar vómitos, convulsiones, salivación excesiva, dolores de estómago y dificultad respiratoria.