Unánime repulsa internacional contra la invasión

La organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la Comunidad Europea (CE), la mayor parte de países árabes y varios del Este europeo condenaron ayer la invasión del territorio de Kuwait por las tropas de Sadam Husein. Las condenas piden la retirada inmediata e incondicional de las tropas iraquíes de] territorio de Kuwait y repudian "enérgicamente esta invasión". Para la OTAN, esta agresión constituye una violación manifiesta de la Carta de las Naciones Unidas. La organización, compuesta por 16 Estados miembros, pide a Irak que solucione el problema de manera pacífica.

La Comunidad Europea, en un informe publicado a última hora de la tarde de ayer, también condena "sin reservas el uso de la fuerza por un Estado miembro de las Naciones Unidas en contra de la integridad territorial de otro Estado miembro".La CE no toma por el momento ninguna iniciativa, para no perjudicar los esfuerzos emprendidos en el seno de la Liga Arabe. Y pide que todos los Gobiernos condenen este uso injustificado de la fuerza, y que las tropas de Irak se retiren inmediatamente del territorio de Kuwait.Los países miembros de la CE reaccionaron individualmente de forma coherente con la actitud colectiva comunitaria. El Gobierno británico condenó severamente a Irak y congeló automáticamente los activos de Kuwait en el Reino Unido, para evitar que un Gobierno títere pudiera hacer uso de ellos. Asimismo anunció que los buques británicos que navegan por aguas del Golfo -el destructor York y el barco auxiliar Orangeleaf- y otros dos que se encuentran cerca de ellas -las fragatas Jupiter y Battleaxe- permanecerán en alerta, por sí fuera necesario pro ceder a la evacuación de los casi 3.000 ciudadanos. británicos que residen en Kuwait.Deuda de Francia

El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Roland Dumas anunció por su parte que la acción iraquí forzará al gobierno de París a "revisar su posición en la región" y recordó que Irak mantiene una deuda de 3.750 millones de dólares con Francia, lo que dio lugar a la suspensión de la venta de armas francesas al régimen de Bagdad, una venta que en las circunstancias actuales no se reanudará". Dumas, que anunció también la congelación de bienes kuwaitíes, descartó sin embargo la ruptura de relaciones diplomáticas con Irak, "al menos por el momento".

El Gobierno de la RFA condenó asimismo la invasión. Su ministro de Asuntos Exteriores, Han Dietrich Genscher, llamó al embajador de Irak en Bonn, Abdul Jabbar Omar Ghani para darle a conocer oficialmente la condena alemana contra un país que "vuelve a violar todas las normas fundamentales de una colectividad de naciones civilizadas", en palabras del presidente del Partido Liberal -al que pertenece Genscher-, Otto Graf Lambsdor.

Dinamarca se mostró preocupada por la tecnología que la CE envía a Irak. A la condena también se sumaron varios países del Este como Polonia, Checoslovaquia y Bulgaria, que han vuelto a expresar públicamente sus reacciones tras los cambios acontecidos en sus gobiernos.

El Comité Internacional de la Cruz Roja, con sede en Ginebra (Suiza), reaccionó a la invasión con la formación de una "célula de crisis" que se reunió inmediatamente, y que se encargará del seguimiento puntual del conflicto y de decidir la ayuda que el organismo pueda aportar en la solución del conflicto.