Motín en dos prisiones de Barcelona en protesta por la deficiente asistencia sanitaria
Un centenar de reclusos de la prisión de La Roca, de Barcelona, se negaron ayer a entrar en sus celdas durante unas horas en protesta por las condiciones sanitarias de¡ centro. La protesta de La Roca se inició apenas 24 horas después de que las reclusas de la cárcel de Wad-Ras, también en Barcelona, protagonizaran un motín por la deficiente atención médica de la prisión y la muerte de una interna el 13 de julio. En esta cárcel, 50 agentes de la policía disolvieron a las reclusas con gases lacrimógenos. La policía intervino a petición del consejero de Justicia de la Generalitat, Agustí Bassols.
El director general de Servicios Penitenciarios de la Generafitat, Ignasi García Clavel, manifestó en conferencia de prensa que los tres motines habidos en las cárceles barcelonesas en la ü]tima semana (la Modelo, Wad Ras y La Roca) han sido cuatro cositas de nada". García acusó a los medios de comunicación de "hacer de caja de resonancia de estos incidentes y de animar con ello a otros centros a realizar acciones similares". Mientras decía esto, otros dos reclusos se habían encaramado al tejado, pero fue obligados a volver a sus celdas.La protesta de los presos de La Roca, iniciada a primera hora de la tarde de ayer, estaba basada en lo que consideran una deficiente asistencia sanitaria de la prisión y las escasas medidas de higiene del penal. El jefe de los servicios médicos de este centro, Vicente Martín, fue destituido hace un mes, después de que en abril se encerrase con el resto del personal sanitario en la cárcel en demanda de más personal.
Un grupo de 113 reclusos denunció ante el juez de vigilancia penitenciaria la existencia de un brote de candidiásis (un tipo de infección bucal). Los presos depusieron su actitud a las 20.00, después de hablar con el fiscal de vigilancia penitenciaria, Xavier Balaguer quien se comprometió a dar curso legal a sus quejas.
El plante de los presos de La Roca coincidió con el primer aniversario de la cárcel. Ésta fue inaugurada hace un año por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Se trata, además, de la primera prisión construida por la Administración autonómica y la única custodiada por los mossos o policías autonómicos.
A esa prisión ha sido trasladado uno de los cinco internos que hace una semana permaneció 52 horas en el tejado de la Modelo para exigir su ingreso en un centro hospitalario. Los otros cuatro, todos ellos enfermos de sida en fase terminal, han sido conducidos al penal de Lérida-2 después de permanecer cuatro días en el hospital de Granollers
Celdas de aislamiento
La protesta de La Roca se produjo apenas un día después del motín de la prisión de mujeres de Wad Ras. El plante de las reclusas, por el que ocho de ellas fueron sancionadas en celdas de aislamiento, acabó a las cinco de la madrugada, cuando la policía irrumpió en la prisión. Doscientas de las 335 amotinadas se negaron a entrar en sus celdas.
La carga policial sorprendió a las internas. Dos de ellas fueron trasladadas a la enfermería del centro, una, afectada por un ataque de nervios y la segunda, por las heridas que se produjo al autolesionarse. Esta última fue trasladada al hospital Clínico. Una de las reclusas gritó desde la ventana de una celda de aislamiento que aquello no era un motín sino una protesta, y que en todo momento mantuvieron una actitud pacífica.
La principal reivindicación de las amotinadas se centró enla urgente necesidad de disponer de unos servicios médicos adecuados en la prisión. La plantilla facultativa para atender a más de 300 internas está integrada actualmente por dos médicos, cuyo horario es de nueve de la mañana a tres de la tarde, dos ATS y tres auxiliares clínicos-, según informaron fuentes de la fiscalía.
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