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Van Gogh se ha convertido en cuatro meses en el pintor más popular de la historia

La exposición sobre su obra, que se cierra hoy, ha sido visitada en Holanda por 1.300.000 personas

Isabel Ferrer

Vincent van Gogli nunca supo si habría sido capaz de lograr la obra pictórica coherente que buscaba. Tampoco averiguó si tendría tiempo para ello en una sola vida sometida a la enfermedad y a la lenta evolución de la sensibilidadartística de crítica y público. Cuatro meses, muchos años después, han sido suficientes para demostrar su popularidad: 1.300.000 personas han contemplado 133 de sus cuadros y 248 dibujos en la doble exposición antológica abierta en Holanda el 30 de marzo y que secierra hoy, día en que se cumple el centenario de la muerte de¡ artista, que se disparó un tiro en el pecho. Otras 7.500 personas han viajado en avión con las líneas aéreas holandesas desde 76 países, y 200.000 adquirieron el doble catálogo dedicado al evento.

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"Cuadros como Los girasoles ( 18 89), Trigal con cuervos ( 1890) y las versiones de La habitación (1888-1889) del pintor, han atraído a la mayor parte del público", dijo un portavoz del museo Van Gogh de Amsterdam. "En los retratos suele repararse menos, aunque frente a los cinco autorretratos aquí exhibidos hubo todos los días verdaderos tapones de gente". Ésa fue sin duda la única aglomeración visible, además de la silenciosa cola interior formada entre las once de la mañana y la una de la tarde, la franja horaria más concurrida en la ciudad holandesa.La venta anticipada de billetes ha sido un éxito "y ni siquiera ha habido casos de picaresca o de reventa fraudulenta frente al centro". En Otterlo, a 80 kilómetros de Amsterdam, donde se mostraban los dibujos, se evitó cualquier intento de pequeña estafa facilitando la adquisición de entradas el mismo día.Todo lo demás parece haberse conseguido porque ésta ha sido una exhibición tocada por el éxito gracias al 1,3 millones de visitantes [en Madrid, la muestra dedicada a Velázquez tuvo medio millón de visitantes, entre el 24 de enero y el 30 de marzo]. "Con 800.000 visitantes ya cubríamos nuestros gastos", asegura Madeleine Wardenaar, de la Fundación Van Gogh 1990, creada con motivo de la antológica. "Todos los demás han constituido, pues, una agradable sorpresa". La mayor de ellas se produjo sin duda fuera de Holanda durante este cuatrimestre dedicado al pintor. El galerista de Tokio, Hicheto Kobayashi, compró al contado por 8.600 millones de pesetas el lienzo El retrato del doctor Gachet (1890), convirtiéndolo en el más caro del mundo.

Los robos de obras de arte, un fenómeno recurrente en los tres últimos años en los grandes museos del país sí reaparecieron. Tres lienzos de la primera época del artista fueron sustraídos del museo Noordbrabant, al sur de Holanda. Desagravio o paradoja cruel, lo cierto es que un pintor que ni siquiera vendió un cuadro ha resultado el más internacional, admirado y por fin "comprendido" de su época."Impresionante, no quería perdérmelo, esto es algo que no se vuelve a ver en la vida", eran los adjetivos empleados por turistas italianos, franceses y españoles a la salida de la exposición. Los propios holandeses no acudieron con tanto entusiasmo. Ellos disfrutan de su Van Gogh todo el año. Alemanes e ingleses por su parte, que no adquirieron el catálogo tanto como estaba previsto, abandonaban la sala con gesto admirado pero de forma poco expansiva.

Como sus ilustres predecesores Rembrandt y Frans Hals, Van Gogh mantuvo una lucha constante con su paleta. Sólo que allí donde el primero descubría sombras de color cobre y Hals desgranaba blancos y negros, Vincent intentaba atrapar el reflejo del sol en el cereal maduro. Y el azul intenso y brillante de los atardeceres en el sur de Francia o los tonos sombríos que le persiguieron al principio. Hacia 1885 cuando creía que, si no predicador protestante, por lo menos sería testigo del drama rural holandés. Entonces su país noera conocido aún como el huerto de Europa, y para algunas familias parecidas a sus Comedores de patatas apenas había otra dieta.

Este lienzo ha ocupado el piso superior del Museo Nacional Vincent Van Gogh deArristerdam durante la exposición. Junto a otras 44 obras pintadas en La Haya, Nuenen, París y Arlés, mostraba el desarrollo cronológico de su trabajo. Como en el resto de la antológica, la distribución de los cuadros se ha efectuado siguiendo su propio testimonio plasmado en cerca de 800 cartas escritas a lo largo de 20 años a su hermano Theo, un marchante de arte afincado en Francia.

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