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LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS

Aldana acusa a España de "sensacionalismo barato"

Antonio Caño

ANTONIO CAÑO ENVIADO ESPECIAL El secretario del Comité Central del Partido Comunista Cubano, Carlos Aldana, considerado el número tres del régimen, calificó ayer de "irresponsables y lamentables" las declaraciones de Fernández Ordóñez y acusó a España de hacer "sensacionalismo barato". Sobre la presencia de sus sobrino, Miguel Angel Aldana, entre los refugiados de la embajada, declaró: "Todo el mundo puede tener un Juan Guerra en su familia, aunque éste sea sólo un pichón de Juan Guerra", y dijo que "también puede haber en España delincuentes y antisociales que se llamen González u Ordóñez".

Carlos Aldana, encargado del área ideológica del partido, pidió a los diputados y políticos españoles que "se preocupen más de los problemas sociales de España" en lugar de exagerar la importancía del incidente del viernes.

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En una conversación con periodistas extranjeros, Aldana advirtíó al ministro español que "no es consciente" de la gravedad de sus palabras sobre la situación cubana y previno al Gobierno de Felipe González de que puede estar cometiendo "un error de cálculo" sobre los sucesos registrados desde la pasada semana en la representación diplomática en La Habana, donde se encuentran asilados siete ciudadanos cubanos que desean garantías para salir del país.

El dirigente comunista se preguntó "a qué y a quiénes se refiere" el ministro cuando habla de dar protección diplomática a los cubanos que lo deseen y anunció que, si España no quiere entregar a los refugiados que alberga actualmente, "la única solución es que el Gobierno español aumente el presupuesto de su representación diplomática para darles comiéla por tiempo indefinido

Reiteró que las autoridades cubanas no se van a apartar "ni un milímetro" de su actitud contraria a la negociación, pero añadió Aldana que si los refugiados abandonan la sede diplomática "van para su casa` sin represalias de ningún tipo. "Si después hacen los trámites legales correspondientes, pueden salir del país, como lo han hecho miles de cubanos que están en EE UU".Los asilados en la Embajada española exigen como condición para deponer su actitud garantías formales de las autoridades cubanas ante el Gobierno español de que se permitirá su salida del país en un plazo mínimo de tiempo y sin represalias para ellos o sus familiares.

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Uno de los refugiados, Miguel Ángel Aldana, de 21 años de edad, afirma ser, precisamente, pariente de Carlos Aldana. El secretario del Comité Central del PCC dijo a este respecto que, si existe tanto interés en ese tema, los periodistas pueden solicitar presupuesto para investigar su árbol genealógico, pero añadió que, "en cualquier caso, todo el mundo puede tener pn Juan Guerra en su familia.

Diferente actitud

Aldana manifestó que, a diferencia de lo ocurrido en la Embajada de Checoslovaquia, "no existen evidencias" de que los diplomáticos españoles actuasen con premeditación en el conflicto de los refugiados. En todo caso, dijo que "si las embajadas se comportan con responsabilidad ( ... ),los delincuentes tendrán que pensarlo mucho antes de meterse por la fuerza".

Insistió en que "si los países europeos desean acoger a todos los que se quieran ir de Cuba, el Gobierno está dispuesto a llegar a un acuerdo sobre eso". Aldana repitió la idea del presidente Fidel Castro de abrir una oficina en Cuba para tramitar la salida de ciudadanos cubanos hacia Europa.

En conversaciones recientes, altos dirigentes cubanos reconocieron que varios cientos de miles de personas solicitarían su salida del país en el caso de que esa idea prosperase, lo que, de acuerdo al criterio de fuentes diplomáticas, hace inviable la'posibilidad de una oficina de esa naturaleza. Los últimos comunicados de la cancillería cubana, publicados a lo largo de la crisis desatada el pasado 9 de julio con la entrada de cinco cubanos en la Embajada de Checoslovaquia, han insistido en que el Gobierno cubano jamás permitirá la salida del país de aquellas personas que utilicen con el ese fin la vía de buscar refugio en las embajadas de países occidentales.

No es la primera vez que el Gobierno cubano se ve en la tesitura de negociar una situación como la planteada por la entrada de personas en las embajadas occídentales. A raíz de la masiva ocupación de la Embajada peruana, en 1980, que provocó después el masivo éxodo del Mariel -127.000 cubanos partieron hacia Estados Unidos por el puesto cubano de ese nombre-, La Habana llevó a efecto unas complejas negociaciones con Lima. Varias decenas de personas que decidieron permanecer en el recinto diplomático continuaron en él varios años, en tanto no culminaron con éxito laboriosos contactos diplomáticos.

Las tres últimas personas salieron a lo largo de 1988, coincidiendo con la llegada al Gobierno de Alan García, que mejoró las relaciones con el régimen de Castro. Sin embargo, hasta que las. negociaciones dieron el resultado apetecido, La Habana se comprometió a facilitar la salida de estas personas siempre que abandonasen el recinto diplomático peruano.

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