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La moderación del IPC y de la recaudación por el IVA son insuficientes para el enfriamiento, según Solchaga

La desaceleración de la inflación, la caída de la recaudación por el impuesto sobre el valor añadido (IVA), la rebaja de la previsión de déficit exterior para fin de año y el menor crecimiento del empleo no garantizan el enfriamiento económico que pretende el Gobierno, según aseguró ayer el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga. El 0,3% de inflación de junio es una tasa todavía elevada, por tanto, para relajar los altos tipos de interés actuales y que son los causantes de las tensiones que atraviesa la peseta en el SME. Las ventas de los automóviles han caído un 8,7% en el primer semestre.

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Los últimos datos de coyuntura económica -inflación, paro y creación de empleo, ventas de automóviles y déficit público; ya que el déficit exterior se conocerá en unos días- confirman, según los distintos expertos consultados, que se está produciendo un cierto grado de enfriamiento de la economía española, pero que esa desaceleración no está lo suficientemente garantizada como para relajar la actual política monetaria.Como problema adicional, la peseta ha alcanzado esta semana el límite máximo de apreciación frente al franco francés en el Sistema Monetario Europeo, lo que ha obligado a sucesivas intervenciones por parte del Banco de España, ayudados por el Banco de Francia y un día por el Bundebank, que adquirió 93 millones de pesetas, hecho significativo, no por su cantidad, sino porque es la primera vez que lo hacía en muchos años. Esta tensión sobre la peseta remitió ayer ligeramente, en parte debido a una mayor apreciación de la lira italiana. Tras este ligero cambio de escenario, el ministro de Economía matizó ayer su discurso del martes pasado para asegurar que "los tipos de interés actuales son los que necesitamos para continuar enfriando la economía".

Una disminución de tipos, según los expertos consultados, debería producirse antes de que acabe el año, aunque convendría esperar hasta después del verano ya que existe la posibilidad de que, en esas fechas, la República Federal de Alemania eleve sus tipos de interés, con lo que sería suficiente para España con mantener las tasas actuales.

Un motivo adicional para no modificar los tipos hasta septiembre u octubre es que el menor IPC que se produjo el mes pasado no estuvo acompañado de una disminución paralela de la inflación subyacente, que es la que refleja la tendencia básica al no incluir la energía ni los alimentos frescos. Esta inflación subyacente quedó en junio en el 6,8%, es decir, casi una décima por encima del mes anterior.

El segundo desequilibrio de la economía española, el déficit exterior, va también mejor de lo que se preveía a principios de año, ya que ahora se espera terminar el ejercicio con un déficit exterior del 3,2% del PIB mientras que cuando se elaboraron los presupuestos la previsión era de un 3,6% del PIB.

La marcha de inflación y déficit sólo indica, según Economía, que Ias tendencias van en la dirección correcta pero los problemas no han desaparecido". La bolsa ha acogido con optimismo esta tendencia, y ayer alcanzó un nuevo máximo anual, a pesar de que por la tarde cedió parte de las mejoras acumuladas.

Un 20% menos de coches

Los fabricantes de automóviles son quienes mejor están notando esa tendencia pues las ventas de vehículos nuevos descendieron un 20% durante el mes pasado respecto a junio de 1989. En el primer semestre del año, ese descenso es menos acusado, de un 8,7%; y en total se han vendido 593.801 automóviles, de los que 205.925 son importados.

El descenso de las ventas de automóviles no es el único dato real que indica una reducción del consumo. El aumento de los ingresos por IVA en lo que va de ejercicio también es muy inferior a la de¡ pasado año, sobre todo entre las operaciones interiores. Los ingresos por IVA han aumentado durante el primer semestre del año un 7,4%, es decir, por debajo del crecimiento nominal de la economía. Parte de este bajo aumento de la recaudación por IVA obedece, según aseguró ayer el secretario general de Presupuestos, Antonio Zabalza, a que la mayor parte de las devoluciones del año ya se han realizado. Con todo, si se incluyen esas devoluciones, el incremento sería de un 8,5% aproximadamente, también por debajo del crecimiento económico. La caída de la recaudación por impuestos indirectos es un indicador indirecto de que la economía funciona a un ritmo más lento, aunque existe el temor en Hacienda a que una parte de este descenso se deba más bien al fraude en el IVA. Los datos de empleo afianzan la tendencia al enfriamiento. El desempleo descendió en junio en 35.820 personas, un número inferior al del mes anterior.

La inflación interanual en junio se situó en el 6,5%

Los precios subieron el mes pasado un 0,3%, frente al 0,5% de junio de 1989. La inflación acumulada del año queda así en el 2,5% y el IPC interanual (junio sobre junio) en el 6,5%. Esta tasa de inflación anual es la más baja desde marzo de 1989. El dato de inflación de junio "no es para cantar victoria", según afirmó ayer el ministro de Economía, ya que la inflación subyacente sigue muy alta y la moderación de los precios se concentra en los productos alimenticios, con especial incidencia en los alimentos no elaborados.El inconveniente es que las medidas de enfriamiento económico adoptadas hace un año no pretendían bajar tan sólo unos precios que dependen de factores como el clima, sino reducir las tensiones de precios en los sectores más inflacionistas.

Esto último aún no se ha producido. El sector servicios, "al estar sometido a una menor competencia internacional, es el que refleja subidas más altas de los precios al consumo, y mayores niveles de beneficios, que en parte repercuten en mayores salarios", aseguró ayer Solchaga. En concreto, los precios de vivienda, menaje, servicios médicos, transportes y otros gastos, han subido por encima del 2,5% de media del primer semestre. En el lado opuesto se sitúan el vestido, la cultura y, con una tasa negativa, la alimentación.

La moderación de la inflación sí permitirá, según Solchaga, terminar el año por debajo del 6%, "y cerca del 5,7% que habíamos previsto como tasa compatible con una subida de salarios del 7,5%, que finalmente ha sido superada".

La inflación, por Comunidades Autónomas, fue inferior a la media del mes en Aragón (1,5%), Castilla-La Mancha (1,7%), Cantabria y Madrid (2%), Galicia y Extremadura (2,2%). Las restantes autonomías superaron el 2,5% de aumento medio de los precios, con Navarra a la cabeza, donde los precios subieron un 3,5%. Cataluña, mientras, tiene la inflación anual más alta (un 7,6%) y Cantabria la más baja (un 5,3%). El IPC urbano fue del 0,3% en junio, el 2,6% en lo que va de año y el 6,6% en los últimos doce meses. El no urbano de junio fue el 0,2%; el del semestre, el 2,4% y el interanual el 6,4%.

La inflación subyacente -el indicador que refleja la evolución de los precios, sin incluir la energía ni los alimentos frescos fue del 0,4% en junio.

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